Por: Antonio González Vázquez.
En el Colegio de Bachilleres de la Unidad Habitacional Pavón se dio un aviso importante a los padres de familia: cuiden a sus hijos porque el problema de inseguridad es grave. Sugirieron que los estudiantes se abstengan de llevar su computadora a la escuela, ya que en la primera semana de clases ya se tienen reportes de robo al abandonar el plantel. En las calles cercanas, delincuentes y pandilleros esperan a los estudiantes y simplemente los asaltan.
Los padres de familia, comenta uno de ellos, solicitaron al ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez y a la Dirección de Seguridad Pública del Estado el envío de patrullas y personal de seguridad para que vigilen en los horarios de entrada y salida del COBACH, pero no les hacen caso.
El propio Sindicato Independiente de Trabajadores del COBACH ya denunció públicamente que los alumnos de la institución en sus distintos planteles son víctimas de la delincuencia.
Pero nadie hace nada. No hay problema, todo marcha bien.
Durante el primer semestre del año se han denunciado 282 robos a transeúntes, aunque la cifra negra de los robos que se cometen es infinitamente superior debido a que por la desconfianza de los ciudadanos, éstos deciden no denunciar. Por lo pronto, ya van más denuncias por robo en la calle que en 2015, cuando sumaron 266.
Ir al Ministerio Público a poner una denuncia es además de algo laberíntico, es todo un suplicio.
Resulta que los estudiantes salen del plantel y de súbito les salen hampones a pie o en moto y los despojan de su mochila porque van por la laptop. Y claro, se salen con la suya porque la policía brilla por su ausencia.
Han de andar todos en la FENAPO.
