Por: Antonio González Vázquez.
El paquete de iniciativas de ley para hacer posible un sistema estatal anticorrupción turnado por el gobernador Carreras al Congreso del Estado será aprobado a la brevedad, sin contratiempos ni modificaciones.
El ejecutivo ha apelado a su potestad constitucional de solicitar una atención preferente a sus iniciativas dada la urgencia que tiene de dar signos de vida.
Las ocho iniciativas serían de trascendencia si es que se tiene pensado aplicarlas, pues como se sabe, en San Luis Potosí al igual que en el país, somos especialistas en generar nuevas leyes que nadie va a respetar y si, todos van a violar.
El problema no es la falta de leyes por solo, sino el hecho de que existe una clase política de tan mala ralea que no puede haber normas que les contengan su proclividad a la corrupción.
Vale la pena legislar, por supuesto, sin embargo, la experiencia nos dice que eso no resuelve nada. Por ejemplo, se legisló hace meses en materia de transparencia y derecho de acceso a la información pública y se incluyó en la ley la tres de tres.
Los diputados y el ejecutivo impulsaron el trema, pero en los hechos, son los primeros en no acatar las disposiciones, de manera tal que en este momento, ni todos los diputados ni todos los funcionarios han publicado la tres de tres.
No se trata de construir nuevos marcos legales y estrenar leyes si no se tiene voluntad de respetarlas desde las propias instituciones públicas.
Desde hace varios años, se realizaron reformas al código Penal para tipificar el delito de feminicidio, pero eso de poco sirve pues el propio gobierno intenta esconder los casos que se presentan.
Las iniciativas van a ser aprobadas, pero eso no significa que pronto puedan caer los primeros corruptos a la cárcel. Tener leyes para presumir que se legisla de vanguardia no sirve sino solo para simular.
Si en realidad fuera en serio el combate a la corrupción, no se habría deslindado de responsabilidades a Fernando Toranzo y no se habrían aprobado cuentas públicas municipales con más manchas que un dalmata.
Es tan predecible: Carreras se levantará el cuello y presumirá que combate la corrupción y los diputados se jactarán de que trabajan por San Luis Potosí, pero los funcionarios deshonestos seguirán haciendo de las suyas todos los días.