Por Antonio González Vázquez
México es uno de los países más corruptos del mundo y a su vez, San Luis Potosí es una de las entidades del país donde más se presentan actos de corrupción. De hecho, San Luis Potosí ocupa el noveno lugar entre las entidades donde se percibe más corrupción de toda la nación. Hasta el año pasado, el Instituto Mexicano de la Competitividad y la investigadora María Amparo Casar, tenían a San Luis como el noveno estado más corrupto.
Pero antes, en 2014, la prestigiada revista Forbes, tenía a San Luis Potosí como el número uno en corrupción de México.
También el Instituto Nacional de Geografía Estadística e Informática evaluó que en San Luis hay mucha corrupción
La prevalencia de corrupción fue del 12.1 por ciento, mientras que la incidencia de corrupción por cada 100,000 habitantes fue de 24,724, cifra que expresa el total de experiencias de corrupción registradas en pagos, trámites y solicitudes de servicios públicos, así como otro tipo de contactos con servidores públicos durante 2013.
Es decir, nadie debería escandalizarse de que de pronto, alguien sospeche de las acciones de sus autoridades; está demostrado que nuestros servidores públicos están más cerca del infierno que del cielo.
Por eso, la posibilidad de que vía soborno a los diputados se resuelva el caso de Panavi es cierta y viable. En San Luis Potosí es posible todo porque es un estado con instituciones llenas de funcionarios y servidores públicos corruptos.
No se trata de una mera suposición sino de una posibilidad basada en la experiencia de conocer a la clase política potosina.
Ayer, el ex diputado Eugenio Govea (que seguramente sabe cómo funciona la maquinaria legislativa) lo dijo sin contemplaciones y de manera cruda: existen presuntos intentos de soborno a diputados para que den su voto a Panavi y a la propuesta del alcalde Ricardo Gallardo.
No es que el dirigente del Movimiento Ciudadano esté diciendo algo que mueva al asombro, es solo que conoce muy bien cómo operan en el Congreso del Estado, él ya estuvo ahí y por tanto, si lo dice, es porque sabe de qué están hechos los diputados.
Puede ser un hurto millonario, advirtió sobre Panavi.
Hoy más que nunca, hay que sospechar del Congreso y del alcalde Gallardo.
Si la modificación al contrato fuera de beneficio para San Luis Potosí, toda la sociedad ya lo estaría defendiendo, pero está claro que no es así.