Por: Antonio González Vázquez.
Nada como el nepotismo para unir a una familia y hacerla feliz con el presupuesto público.
El magistrado Luis Fernando Gerardo González debe sentirse muy orgulloso de sus logros al frente del Poder Judicial del Estado: chamba para sus dos hijos que seguramente, han de ser motivo de su orgullo paternal y profesional.
Debe ser una familia muy feliz la familia Gerardo Cervantes. No hay motivo de preocupación, los tres trabajando bajo el mismo techo y deleitándose en unos de los vicios más exquisitos de la clase gobernante en México: el nepotismo.
Hay individuos muy afortunados que no es que hayan nacido bajo una buena estrella sino al amparo de las debilidades de sus padres. Luis Fernando y Nadia Jaqueline Gerardo Cervantes tienen la fortuna de tener un padre para quien el nepotismo no significa nada, sino la buena oportunidad de darles un buen patrimonio a sus hijos.
No hay duda, que bonita familia, la familia Gerardo Cervantes del Valle del Nepotismo.
Qué terrible, esos son los que imparten la justicia.