Hace unos seis meses se armó una enorme controversia nacional por una iniciativa de ley que sobre delitos cibernéticos presentó el senador priísta Omar Fayad. Nada más ni nada menos, el señor quería censurar la libertad de expresión que se ejerce a través de Internet. Por esa iniciativa, se lo acabaron, lo destrozaron, se mofaron de él y lo ridiculizaron al máximo.
Tal fue el rechazo que el priísta acabó por retirar la iniciativa que muchos aseguraban provenía realmente de la Secretaría de Gobernación.
Por lo menos, lo acusaron de “terrorista legislativo” y la llamada Ley Fayad se derrumbó estrepitosamente y se lo tragaron desde las redes sociales.
Eso le espera a la diputada torancista y priísta Martha Orta quien sin idea de lo que representa la libertad de expresión para la sociedad, presentará este miércoles una propuesta para que se incluya en el Código Penal sanciones en contra de quienes utilizan imágenes para “humillar” a las personas, está claro, se refiere a quien se burle de los funcionarios públicos.
Es decir, propone que quien distribuya en redes sociales e Internet imágenes “íntimas” podrá ser sancionado con una pena de dos a cuatro años de cárcel y multa económica de 300 o 400 salarios mínimos.
Es inexplicable, uno no sabe que tienen en la cabeza algunos diputados pero todo hace indicar que pueden tener de todo, menos cierto grado de inteligencia; la iniciativa se presenta cuando apenas ayer, tres de mayo, se ha celebrado el Día mundial de la Libertad de Prensa. Los populares memes, por ejemplo, forman desde hace muchos años, del ejercicio periodístico que ha hecho de éstos, una forma creativa y novedosa de hacer caricatura o cartones.
La propuesta de la priísta es un acto de intimidación y un amago institucional de endurecimiento contra la crítica, pero también un intento de represión a la libre expresión de los ciudadanos.
La diputada Orta no se ha medido, pero ya la han empezado a poner en su lugar en las redes sociales desde donde libremente, se han mofado de ella. Esperemos que la retire pronto, ya no existe espacio para ningún tipo de censura. Si la diputada no quiere que la critiquen, pues que deje la curul y se retire de la vida pública, de modo que sus tonterías fruto del ocio, no le hagan daño a nadie.
