CAJA NEGRA: La pregunta sin respuesta

 

Por: Antonio González Vázquez.

 

Debería ser tan simple: el periodista pregunta y el servidor público contesta; el periodista pregunta porque ese es su oficio y el funcionario responde porque la sociedad necesita saber lo que hace, dicen y opinan sus gobernantes. Los periodistas preguntan porque esa es la esencia de su trabajo y por lo general, si es un buen periodista, hace preguntas que incomodan, así es en todos lados. No debiera ser complicado entender eso porque en un estado democrático, un servidor público rinde cuentas y le habla a la sociedad a través de los medios.

La fórmula es sencilla, así como el alcalde responde preguntas que le acomodan y le agradan, también debe contestar las que no le gusten; eso hasta Enrique Peña Nieto lo hace.

Como es sabido hay muchos a los que no les gusta que les pregunten de los asuntos públicos aunque sean servidores públicos, es por eso que la Constitución protege al periodista, lo protege para que ejerza su labor dado que ésta es de una enorme utilidad pública, lo protege porque al hacerlo, protege a la democracia, de la cual, la libertad de expresión forma parte fundamental.

Cuando un servidor público no quiere responder las preguntas que le hacen, es porque ya se siente superior a cualquiera, especialmente de la ley y de la sociedad a la que representa.

Es muy sencillo, si le preguntan ¿quién es Sandra Sánchez Ruiz?, que responda y lo haga con claridad y seguramente, ya nadie se lo volverá a preguntar.

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