Por: Antonio González Vázquez.
Los servidores públicos de cualquier nivel siempre han considerado que sus palabras están por encima de la realidad y que sus palabras de hecho, son las que construyen la realidad social que percibimos a diario. No les importa quedar en ridículo o pasar por auténticos farsantes y demagogos del tipo de merolico de feria.
Recordemos a uno de esos ejemplares que cree que la realidad exhala de su boca: hay aumento en la comisión de delitos porque San Luis Potosí tiene una economía muy fuerte, dijo hace unas semanas el secretario de Seguridad Pública, Arturo Gutiérrez García.
Esta bien que la boca está para hablar pero también para callar.
Lo escribió el inolvidable Roberto Gómez Bolaños: hoy no tengo nada interesante que decir así es que mejor no digo nada y me quedo callado.
Ayer estuvo en San Luis el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Mikel Arriola Peñaloza y no se quedo callado pese a que no tenía nada interesante que decir.
Dijo que el IMSS sirve a los mexicanos con calidez y calidad y también que se surte hasta el 99 por ciento de las recetas. Genial, pero eso no es todo, dijo que en San Luis, el IMSS cumple con el decálogo del buen servicio: la unifila, que permite reducir los tiempos de espera de una hora a 30 minutos; la referencia de segundo nivel que se da en 30 minutos en lugar de 4 días; la gestión de camas que se reduce de 24 a 8 horas y en cirugías de fin de semana se han logrado 500 en los últimos dos meses.
Eso dice él, uno de esos funcionarios que se la cree que su palabra es verdad aunque en el fondo ni él mismo se lo crea.
Parte de la realidad del IMSS es esta: Al cierre del primer semestre del año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos recibió 48 quejas en contra de instituciones del gobierno federal.
En el primer lugar entre esas instituciones federales violadoras de derechos humanos está precisamente el IMSS de Mikel Arriola, al sumar 15 quejas lo que representa el 31.25 por ciento del total de las quejas.
Cómo estará el IMSS, que en San Luis tiene más quejas que el ejército, la marina y la Policía Federal juntas.
Arriola presume que en el IMSS todo marcha de maravilla pero hay 12 quejas promovidas por prestar indebidamente el servicio público, 3 por negligencia, 3 por omitir proporcionar atención médica y también por practicar de manera negligente las diligencias y por faltar a la honradez en el empleo.
Ésta es la realidad, lo que dijo por decir el señor Arriola es demagogia.
