CAJA NEGRA: Las potosinas merecen que las cuiden, no que les den consejos

 

Por: Antonio González Vázquez.

 

La reportera de La Jornada, Angélica Campillo publicó ayer una nota en la que el secretario General del Ayuntamiento de San Luis Potosí, Marco Antonio Aranda, sugiere a las mujeres “resguardarse temprano en sus hogares”. La sugerencia es la respuesta del gobierno municipal al gravísimo problema de desaparición de mujeres que se suma a otras agravantes como los asesinatos, agresiones sexuales y agresiones físicas.

El funcionario municipal parece ser de la idea de que si alguien agrede a una mujer es porque está en el lugar incorrecto, en la hora incorrecta y con la compañía incorrecta; lo correcto, es entender que hay mucha violencia y que es mejor quedarse en casa.

Ese pensamiento se asemeja al de obispos y curas conservadores que en plena desmesura han llegado a afirmar que una mujer es responsable si es víctima de agresión sexual por vestirse con minifalda o por lucir un escote pronunciado.

Igual, el secretario, recomendó a las mujeres “no andar a altas horas de la noche por ahí” porque a su juicio, entonces pueden correr riesgos derivados de los “detalles” de inseguridad que hay en la ciudad.

Las potosinas no andan en la calle a cualquier hora del día porque les plazca, porque les divierta o porque no tengan nada que hacer: miles y miles tienen que ir a trabajar o a estudiar, otras miles y miles deben ir a la compra para preparar la comida o la cena y muchas miles más, tienen que ir a por sus hijos a la escuela, a la guardería o a la parada del camión.

Las potosinas deberían tener la garantía de que a dónde vayan, estarán seguras porque hay autoridades responsables que cumplen con su obligación de dar seguridad física y patrimonial a la gente.

Las potosinas deberían tener la garantía de que pueden andar tranquilamente por la ciudad porque en ésta se les respeta y porque hay una policía eficiente que las cuida al igual que se protege a los potosinos.

En estos días de miedo e incertidumbre, en estos días de informaciones e incluso de especulaciones sobre la desaparición de mujeres, la obligación de la autoridad es aportar confianza de que se trabaja en el tema, no de hacer comentarios fuera de lugar tan insensibles como innecesarios.

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