Por: Antonio González Vázquez.
No podía ser de otro modo: Juan Manuel Carreras López inició su décimo segundo mes como gobernador con una ejecución y de pilón, un levantón.
Se dice que lo que mal empieza, mal acaba y ese parece ser el destino del primero año de gobierno del priísta que, por decisión propia, encabeza una administración anodina, incolora e insípida.
Lo ocurrido en Ciudad del Maíz con la funcionaria de la Dirección de Desarrollo Social y esposa del levantado, director de Protección Civil Municipal fue impactante.
¿Cómo es posible ejecutar a una madre ante sus hijos?, ¿Qué no hay autoridad?, ¿Qué no hay policía? ¿Qué no hay estrategia? ¿Qué, vivimos en un estado sin ley?
Carreras inició septiembre, el mes de su primer informe de gobierno, bajo un panorama aún más sombrío que el que ya se le presentaba. La ejecución de la funcionaria consolida la presencia de San Luis Potosí en el mapa delictivo nacional.
Empezó el mes de su primer informe en un aura de violencia, lo cual, ya parece ser lo normal en San Luis Potosí.
Mal por todos lados: La crecida violenta en el estado es grave y en la capital, es lo mismo; está entre las 50 ciudades más inseguras y con más ejecutados en los primeros siete meses del año.
¿En cual palacio caerán los primeros gabinetes de seguridad?
