Por: Samuel Estrada.
El gobernador Juan Manuel Carreras López dijo ayer que “mi gobierno trabaja todos los días con el compromiso de que San Luis sea un estado más seguro”, pero lo que quiso decir el mandatario es que su gobierno trabaja todos los días para garantizar que cada funcionario cuente con un séquito de guaruras que les protejan del alto clima de violencia e inseguridad que asuela a la entidad.
Carreras López también dijo que “la seguridad es un compromiso que tenemos que renovar cotidianamente los tres niveles de gobierno para ofrecer a la sociedad los mejores resultados posibles”, pero lo que quiso decir es que ya se hacen gestiones para que todos los funcionarios municipales, federales y legisladores y personal de altísimo nivel del poder judicial, gocen de la graciosa protección de escoltas toda vez que San Luis se ha tornado tan peligroso que Dios guarde bajo su seno protector a todos nuestros funcionarios.
El mandatario también dijo que “la Procuraduría General de Justicia se ha mejorado y equipado”, pero lo que el güero quiso decir es que el Procurador Federico Garza se ha convertido en la envidia del gabinete legal y ampliado, al lograr la protección durante las 24 horas continúas del día de diez escoltas que están prestos a protegerlo de las garras del crimen organizado.
No tienen madre en la administración de Carreras, los funcionarios blindados con una coraza humana de guaruras y la ciudadanía sufriendo los embates de la delincuencia.
128 escoltas para cuidar a funcionarios y diputados. Y si no los cuidan, al menos les lavan el coche o llevan a los escuincles al colegio o a la señora al súper. Para no exhibirse de manera tan grosera, la Procuraduría clasificó como reservada la información de los escoltas de seguridad, pero son tan obvios que se les identifica a cien metros de distancia.
Cuidar a los funcionarios y descuidar a la sociedad, eso si no tiene madre.
