Por Antonio González Vázquez
Con la novedad de que los enfermizos empleados de confianza del ayuntamiento han sanado y no se han vuelto a enfermar.
En los primeros meses de la administración de Ricardo Gallardo se gastaron más de 66 millones de pesos en medicinas y durante el segundo trimestre del año no se reporta la compra de un solo centavo en medicamentos.
Si lo primero era extraño, lo segundo parece inaudito.
El Alcalde Gallardo no le compró una aspirina ni un mejoralito a Sandra Sánchez Ruiz; a los trabajadores municipales no les ha dado ni la gripe.
Solo falta que llueva maná del cielo.
Hubo tantos enfermos en los primeros cinco meses de gobierno municipal que se requirió del favor de Sandra Sánchez Ruiz para surtir, fiados, 66 millones de pesos en medicamentos.
Tres meses después, ya no hubo un solo enfermo puesto que ya no adquirieron medicinas.
Pues nada, que los burócratas municipales que hace unos meses estaban enfermos de todo, ahora están más sanos que el equipo de atletas olímpicos de cien metros planos que por Jamaica encabeza Usain Bolt.
Un misterio, o diríase milagro, que requiere una explicación. Que el edil se lo explique a los capitalinos como si tuviéramos cinco años de edad.
