El caso de las compras millonarias de medicamentos en el ayuntamiento capitalino se extiende como un cáncer. Lo que parecía una simple mancha en la piel tiene el preocupante tono de una dolencia mayor. De hecho, eso no se cura con paracetamol sino que requiere de una expedición quirúrgica por las entrañas mismas del gallardista ayuntamiento capitalino.
Aun no se tiene un diagnóstico firme, todo hace indicar que no se trata de uno sino de dos tumores y que es muy probable que no sean para nada benignos sino más bien malignos.
Y es que Sandra Sánchez Ruiz no es para nada la única proveedora y presunta buena fiadora de medicinas para un municipio presuntamente en la miseria. Isabel Cristina Hervert Prado es otra proveedora y puede ser que existan muchas más, lo cual sin lugar a dudas, ahonda la gravedad del problema que deriva de un ayuntamiento con personal tan enfermizo como opaco.
Aunque parece ser lo mismo resulta que no, o sea, parece lo mismo pero no es igual.
A Sandra Sánchez Ruiz la contrató el ayuntamiento en funciones de Ricardo Gallardo dizque porque es la única que les iba a fiar, pero se da el caso que se le ha pagado de manera muy puntual y de hecho, es por esa razón que llamó a sospecha que en tres meses le hayan entregado 34 millones de pesos. Ni que hubiera llegado la peste negra al ayuntamiento.
Isabel Cristina Hervert Prado venía proveyendo de medicinas al ayuntamiento desde el (des)gobierno de Mario García quien por alguna razón sí le pagaba y tan es así, que al final del corrupto gobierno anterior solo dejó un adeudo de 5 mil 452 pesos.
Sin embargo, ya con la gallardista administración de Ricardo Gallardo, pese a mantenerse la compra de medicinas, los pagos ya no fueron tan consistentes, de tal manera que a febrero pasado, la deuda con la segunda proveedora, es superior a los 12 millones de pesos.
Como que se necesita hacer más que una exploración corporal para saber qué enfermedad o virus maligno carcome la salud de los empleados municipales.
La información principal que sobre el tema presenta este día Astrolabio Diario Digital deja abierta de par en par las puertas para pensar lo que se quiera pensar.
Mientras que salen otra proveedora -¿O deberíamos decir, proveedoras?- seguimos contando los días para que nos entreguen la información que, por la vía del derecho de acceso a la información pública, se solicitó. No hay prisa, esperamos, pero con los ojos bien abiertos.