Por: Antonio González Vázquez.
El domingo primero de enero hubo manifestaciones contra el Gobierno de Enrique Peña en diez estados de la república y para el lunes esas manifestaciones crecieron a quince entidades. Este martes pueden ser más los estados y ciudades de la nación en protesta por el gasolinazo.
Los dirigentes de los partidos nacionales de oposición ya tejen una alianza para protestar juntos y exigir al Gobierno Federal que de marcha atrás al incremento en los combustibles.
El sector privado en pleno exigió a su vez al presidente Peña una revisión rigurosa a la decisión de aumentar los precios de gasolinas y diesel porque la considera del todo desproporcionada.
Las protestas crecen conforme pasan las horas y van en todos los tonos: cierres de carreteras y autopistas, bloqueo a gasolineras, bloqueos en calles y avenidas y calles, plantones en plazas y palacios de gobierno.
El arranque del año no podría ser peor para México y para los mexicanos porque se puede presentar un escenario de fragmentación interna: muchos y cada vez más ciudadanos y organizaciones en contra del gobierno.
Las movilizaciones contra el gasolinazo se extienden por todos lados y en redes sociales ya se invita a protestas en San Luis Potosí en contra del gobernador Juan Manuel Carreras López.
La querella contra el gobernador potosino pareciera ser injusta puesto que el tema del aumento a las gasolinas le es ajeno, pero lo que protestan buscan hacerlo frente a una autoridad, frente a alguien que represente un signo de autoridad; protestarán contra Carreras porque forma parte del gobierno y de la elite política que toma decisiones en contra del interés de los ciudadanos.
De acuerdo con datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana el 40 por ciento del componente del precio de la gasolina es de impuestos, es decir, por cada peso de gasolina, 40 centavos son impuestos.
Y si eso fuera poco, México importa el 70 por ciento del total de las gasolinas que se consumen en el país porque la infraestructura de Petróleos Mexicanos es obsoleta.
Como sea, en las horas que vienen se multiplicarán las movilizaciones de protesta en la república y en la entidad potosina, pues ya hubo protestas en Tamuín y pronto se replicarán en la capital.
Esto, se suma a la gran cauda de problemas nacionales que pasan a segundo plano ante la coyuntura: la pobreza en que se encuentra más del 50 por ciento de la población en el país, la notable inseguridad que motiva una serie de organizaciones criminales que actúan imparables.
El presidente Peña acaba de concluir sus vacaciones de una semana en la playa y loo primero que dijo, fue que él nunca ofreció que no aumentaría el precio de la gasolina. Eso es lo que ofende esa es la afrenta a ala nación: que un presidente que ofreció con la reforma energética la disminución del precio de gas, gasolinas y energía, diga ahora que no dijo lo que dijo.
