Abraham Briones Vázquez y Gerardo Vega Díaz pueden ser los personajes del año en San Luis Potosí. Son figuras de una historia que se ha empezado a escribir desde este sábado 19 de diciembre cuando contrajeron matrimonio y, convertirse de paso, en los primeros varones que contraen nupcias ante un juez civil.
Astrolabio ha seguido esta historia como parte de la necesarias coberturas a temas de interés general, como es el caso de minorías relevantes como los colectivos homosexuales, heterosexuales, gays y otros más cuya voz merece ser escucha en un marco de tolerancia.
Bien visto, este pasaje protagonizado por Abraham y Gerardo es una historia de amor que se parecía imposible en estos tiempos convulsos. En entorno de violencia, odio, hipocresía, mentira, corrupción, oportunismo político y sobre todo, de pérdida de valores morales y cívicos, esta pareja dio muestra de que el amor y la solidaridad pueden vencer muchos problemas, principalmente, el muro de los prejuicios y la intolerancia.
Es el primer matrimonio entre homosexuales en San Luis Potosí y como ellos mismos han vaticinado, más parejas como ellos se van a encontrar y se van a unir en matrimonio.
Eso es más que probable. La semana pasada, la Comisión Estatal de Derechos Humanos dio a conocer que entregó en el Congreso del Estado el Informe Sobre la Situación del Respeto de los Derechos Humanos a la Igualdad y no Discriminación en las Uniones Civiles de Personas del Mismo Sexo.
En ese documento se destaca la sugerencia o recomendación al poder legislativo para que haga lo necesario a fin de poner un alto a las violaciones a los derechos humanos en perjuicio de muchos ciudadanos que desean contraer matrimonio pese a ser del mismo sexo.
La CEDH propone una reforma puntual al Código Familiar del Estado con el propósito de legalizar los matrimonios igualitarios.
Cabe recordar que desde hace varias legislaturas se ha trabajado sobre proyectos de ley para realizar modificaciones en ese sentido, pero se han impuesto decisiones de panistas y priístas para enviar a la congeladora las propuestas.
El asunto está de nuevo en la piel de la opinión pública y es necesario que de una vez por todas se actúe con responsabilidad y se actúe frente a una realidad que es inocultable. Abraham y Gerardo lucharon contra el establishment potosino durante muchos años y debieron esperar a que un mandato judicial federal ordenase que en San Luis Potosí un juez los uniera en matrimonio.
Eso ya es inútil, es innecesario, lo más sabio y prudente es reformar el Código Penal, ya hasta el arzobispo le dio la bendición a Abraham y Gerardo. Solo falta que un grupo de diputados mochos, hagan su trabajo como representantes populares y no como integrantes de la cofradía del santo escapulario.