Por Antonio González Vázquez
Con el salario que devengan y todo el aparato burocrático a su servicio, lo que menos se debería esperar de los diputados es que trabajen y que lo hagan en Comisiones, mismas a las que suelen desairar con porfiado desdén.
Cuando van a Comisiones se la pasan en el celular, en las redes sociales o conversando por teléfono, son casos de excepción los que se si toman en serio su trabajo actúan con responsabilidad.
En buena medida, la deteriorada imagen pública que tienen los diputados tiene origen en la falta de productividad y eso es resultado del hecho simple y llano de que no trabajan en las Comisiones. Es ahí donde debería estar el trabajo fuerte, pero la carga se la dejan a los asesores o en el caso extremo dejan arrumbadas las iniciativas que les turnan.
En la sesión ordinaria de este jueves, la diputada Josefina Salazar Báez presentará una propuesta que le podría provocar urticaria y largas noches sin sueño a los diputados: propondrá que las comisiones se reúnan al menos dos veces por mes.
Lo que impulsa es que los diputados se hagan más responsables y trabajen más, lo cual obviamente no debería representar un sacrificio sino más bien un acto de responsabilidad.
En la exposición de motivos de su iniciativa, Salazar Báez precisa lo siguiente: “en la pasada LX Legislatura del Congreso del Estado, del 2012 al 2015, se presentaron un total de 857 iniciativas de las cuales, al final del periodo lectivo, quedaron pendientes 229; con lo que tienen un índice de eficiencia de 74 por ciento, con uno de rezago de 26 por ciento”.
Agrega que “para el caso de la actual LXI Legislatura, y de acuerdo a la información publicada en la Gaceta Legislativa del 15 de diciembre del 2016, se han presentado 706 iniciativas, y se encuentran pendientes 524; con lo que el índice de eficiencia actual sería de 26 por ciento, con un índice de rezago de 74 por ciento”.
Como se puede apreciar, el rezago es del 74 por ciento y esto tiene como causa principal la ausencia de trabajo en Comisiones.
La legisladora del PAN considera en ese sentido que, “aumentar la eficiencia del Congreso, es el elemento más importante para mejorar de forma global la capacidad de respuesta a los asuntos turnados; y para eso es necesario aumentar la cantidad y la calidad del trabajo en Comités y sobre todo en Comisiones, que son los órganos de discusión, diálogo y dictamen sobre las leyes y asuntos que atañen a todos los ciudadanos”.
Si los diputados llegan a tener la decencia de reconocer que su imagen está por los suelos, bien harían en aprobar lo más pronto posible esta iniciativa y apurarse a resolver el rezago del 74 por ciento en el dictamen de iniciativas.
A menos de que su imagen les interese poco y ya estén tan acostumbrados al desprestigio que ni vale la pena pensar en ello, muchos menos trabajar para cambiar nada.