El gobierno capitalino persiste en su actitud de opacidad respecto del caso de la proveedora Sandra Sánchez Ruiz a quien Astrolabio Digital ha buscado incluso en su domicilio, pero da el caso que nadie sabe nada de ella. Solo el ayuntamiento que le entregó 34 millones de pesos saber de su paradero.
Se descubrió la que la proveedora de las millonarias compras de medicamentos de Ricardo Gallardo vive muy cerca del domicilio de la proveedora, como se sabe, una modesta farmacia en la colonia San Felipe que ni nombre comercial tiene.
En ambos lugares no se le ha encontrado. En la vivienda donde se supone vive, en realidad no vive.
No se aclara el gasto de compra de medicamentos para personal de confianza y sale el gasto de 102 millones por seguros de gastos médicos mayores para ese mismo personal de confianza.
La administración de Ricardo Gallardo Juárez, lejos de aclarar esos asuntos se ha avocado a distraer la atención con las presuntas irregularidades identificadas en el gobierno anterior de Mario García. De hecho, es la estrategia favorita: en lugar de hablar de nuestro cochinero mejor hablamos del cochinero del exalcalde.
Hace unos días el ayuntamiento de San Luis Potosí emitió este comunicado:
Enrique Alfonso Obregón, contralor interno del Ayuntamiento informó a través de un comunicado que la compra de medicamentos que por asignación directa se hizo a Sandra Sánchez se encuentra apegada a la ley, pues la urgencia de abastecimiento faculta a la alcaldía para tomar la determinación.
El funcionario enfatizó que la asignación directa al proveedor de los productos farmacéuticos se apega al artículo 26 de la Ley de Adquisiciones del Estado de San Luis Potosí: “En esta compra se apegaron a lo dispuesto por el artículo 26, fracción dos de la Ley de adquisiciones, el cual establece que es facultad del titular adjudicar bienes directamente, exceptuando la licitación, siempre y cuando existan cuestiones que puedan ocasionar trastornos graves”, comentó.
Por tal motivo, Obregón agrega que “de no adquirirse y proporcionarse el medicamento en tiempo y forma, en este caso a los trabajadores del Ayuntamiento, pudiera ocasionárseles algún trastorno, porque son personal que año con año se les ha suministrado el medicamento necesario para su salud” aseguró.
Como se puede apreciar, el comunicado no aclara en nada el gasto millonario y los 60 cheques para Sandra Sánchez Ruiz.
Luego, publicó otra nota para intentar que se hable de las presuntas irregularidades de otros y no de las propias:
“Más de 104 millones de pesos fueron destinados al pago de nómina y gasto corriente, sin embargo, el recurso fue comprometido para realizar diferentes obras durante la administración 2012-2015, de la cuales no se tiene liquidez actualmente, aseguró el contralor municipal de la administración Gallardista, Enrique Alfonso Obregón.
Se trata de obras que fueron licitadas y otras asignadas directamente, pero todas comprometidas con recursos que no se tenían en su memento, ya que, explicó Alfonso Obregón, la ley obliga a las entidades públicas previo a cualquier contratación de obra o de servicios, se tenga disponibilidad presupuestal.
Fue una falla administrativa, dijo el funcionario, donde una vez adquiridos y comprometidos los recursos, estos fueron destinados a otras áreas sin tener en cuenta el compromiso con las obras licitadas, adjuntó, los recursos fueron principalmente federales, del ramo 33 y de convenio entre estado y federación.
Finamente adelantó que se están llevando a cabo las investigaciones correspondientes, pero será la ASE quien determine responsabilidades en áreas como Desarrollo Social y Obras públicas. Todas con injerencia en los hechos”.
Es el círculo vicioso de la corrupción, no falla, el que se fue es el malo, el que se llevó el dinero y los que entran son todos tan tiernos y honestos.