Por: Antonio González Vázquez
Julieta Méndez Salas podría ser la punta del iceberg de la simulación de los funcionarios estatales en materia de transparencia. La 3 de 3 de la comisionada de atención a víctimas no se encuentra por ningún lado, o al menos, en donde debiera estar para ser consultada por los ciudadanos. Es muy probable que su 3 de 3 esté realmente bien guardada en alguna gaveta, lejos, a salvo de la curiosidad ciudadana.
Dos solicitudes de información dirigidas a la Unidad de Información Pública de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas han exhibido, de manera burda, la treta de la funcionaria que, todo hace indicar, dice que ha presentado su 3 de 3 pero no dice dónde están.
Astrolabio presenta hoy una nota informativa con el caso de Méndez Salas con base a las respuestas que la dependencia dio a un peticionario de información, pero además, este diario digital se dio a la tarea de buscar la 3 de 3 de la comisionada y no encontró nada. Se buscó donde se tenía que buscar y no se encuentra nada.
Todo hace indicar que es una 3 de 3 fantasma.
Pero ese no es todo el problema, lo grave es que en las respuestas al peticionario se hacen afirmaciones que sólo se pueden constatar si se tiene la 3 de 3 a la vista, pero no es el caso.
Esto es muy serio, sobre todo porque existe la duda fundada de que la comisionada Méndez Salas esté incurriendo en una situación de conflicto con la relación sentimental que sostiene con otro servidor público relacionado con la materia de trabajo de la propia comisionada.
Si alguien que tiene la delicada responsabilidad de atender a las víctimas de la violencia incurre en simulación al ocultar sus declaraciones fiscal, patrimonial y de intereses, entonces poco se puede esperar que haga a favor de las víctimas.
