Por Antonio González Vázquez
Los organismos del sector privado fijaron ya una postura firme y clara en contra de la sospechosa modificación al contrato con Panavi, solicitada por el ayuntamiento de San Luis Potosí. Esa modificación que supondría un incremento de 200 millones de pesos sobre el monto original, encuentra cada vez un rechazo mayor.
El influyente sector empresarial del estado publicó un desplegado en la prensa para solicitar al Congreso del Estado que detenga la aprobación a la solicitud del cabildo capitalino de modificar el contrato, cuyo monto, pasaría de mil 300 a mil 500 millones de pesos.
Pero van más allá y exigen que se cancele en definitiva el contrato que en su momento signó Mario García y se convoque una nueva licitación, ahora sí, en una circunstancia de transparencia e información suficiente a la sociedad.
En el desplegado, los siete organismos del sector privado firmantes del documento, no mencionan al peticionario de la modificación al contrato, es decir, al alcalde Ricardo Gallardo Juárez.
No juzgaron importante referirse al edil que, por cierto, hasta el momento ha sido renuente a abrir públicamente la información relativa al contrato y, decidieron hacer solicitud a quienes en este momento tienen el único poder de decisión: los diputados.
En su oportunidad, el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional emplazó a sus diputados a actuar con responsabilidad y compromiso social en el tema, sugiriendo con ello que voten en contra de la modificación al contrato.
Pero como los diputados del tricolor semejan cimarrones que no hacen caso a nadie sino a su puro interés, es momento que se mantienen en el supuesto de ir en apoyo a Gallardo Juárez a cambio de un apapacho suficiente y generoso.
También la dirigencia estatal de Acción Nacional hizo lo propio, aunque algunos legisladores del Círculo Azul por llevar la contraria y llevarse algunos dividendos, le coquetean a la aprobación a la modificación.
Pero lo cierto es que está muy próxima la posibilidad de que la modificación al contrato con Panavi sea rechazada desde el Congreso del Estado, toda vez que se están quedando solos los amigos (¿oportunistas y/o convenencieros?) del alcalde y no les alcanzan los votos para sacar adelante esa propuesta.
Seguramente el desplegado público de los principales organismos del sector privado debió caer como balde de agua fría en palacio municipal.
Ni la Feria Nacional de la Enchilada, ni la Copa de Fútbol Gallardo ni el Festival del Taco deben ser suficientes para levantar el alicaído ánimo del presidente municipal.
