Por: Antonio González Vázquez.
Miles de potosinos pasaron una pésima navidad gracias al gobierno. En vez de estar en casa, con la familia en plena navidad, miles y miles de potosinos pasaron horas y horas, varados en estaciones de combustible en espera de que les cargaran con gasolina su vehículo. Miles y miles se enojaron y pasaron la navidad fastidiados, irritados y muy molestos con el gobierno.
Molestos e irritados al extremo con un gobierno que había dicho que con la reforma energética, el precio de la gasolina bajaría y que el servicio sería de primer mundo, pero no ha sido así. En víspera de la liberalización del precio de las gasolinas, se presenta esta crisis de abasto que afecta aún a decenas de miles de potosinos.
Cómo suele suceder con el gobierno, de los problemas que se presentan, ellos no tienen culpa ni responsabilidad. Es la gente la que tiene culpa por la escasez de gasolina que se presenta desde la semana pasada: es que hay compra de pánico, ha dicho Petróleos Mexicanos.
Desde el pasado viernes la situación se tornó crítica tras varios días de cierta escasez en la zona metropolitana, pero para el sábado 24 de diciembre la crisis era mayúscula y aún continuó el 25 y se mantiene hasta hoy lunes.
Decenas de personas haciendo extensas filas en las gasolineras en espera del servicio y muchos otros con sus garrafas. Hay testimonios de quienes estuvieron formados de entre dos a cuatro horas.
Frente a la emergencia, el gobierno estatal, cuya reacción como siempre, fue tardía, anunció que tras hacer contacto con altos funcionarios de PEMEX, se logró el compromiso de normalizar el abasto este martes.
Le dijeron al gobernador Carreras, o al menos eso dice que le dijeron: no podemos resolver el problema ahora, pero sí en un plazo de 48 horas.
Así que no hay de otra: hay que esperar a que el gobierno y sus entidades y dependencias sean eficientes y puede que eso se tarde más de 48 horas.
Según PEMEX, en San Luis Potosí se presenta una sobredemanda de combustible motivada por el hecho de que la ciudadanía ha entrado en pánico, lo cual representa un riesgo ya que al transportar el líquido en contenedores poco seguros podría suceder alguna tragedia, además que habitualmente las personas no llenan sus tanques de gasolina, y ante esta demanda extraordinaria del combustible han hecho lo inusual y esto conlleva que una gran parte de la población no pueda abastecerse y existan bajos inventarios.
La paraestatal anunció que se están enviando pipas para reabastecer desde la refinería de PEMEX de ciudad Madero Tamaulipas, de donde diariamente a SLP llegan por medio de tren 9 mil barriles de gasolina, que son los que habitualmente abastecen a la población. Pero ahora se trajeron 5 mil barriles adicionales.
En un mensaje a través de la prensa, el gobernador Carreras dijo que le habría gustado que no se hubiera presentado el problema, que hubo una crisis motivada por la falta de información oportuna sobre la situación, que le hubiera gustado muchísimo que hubiera gasolina para todos y dijo lo obvio: que la gente se ha irritado mucho ante la contingencia.