Por Antonio González Vázquez
Del día primero de diciembre del año pasado, el comisario Ernesto Pineda Arteaga rindió protesta como Secretario de Seguridad Pública, en sustitución de Arturo Gutiérrez García. De entonces al día de hoy, han pasado 46 días.
En ese lapso, según datos de algunos medios de comunicación (como, por ejemplo, Astrolabio y Pulso) que cotidianamente documentan en notas, crónicas o reportajes los casos de homicidio cometidos en el estado y, junto con el reporte semanal que da a conocer la Procuraduría General de Justicia del Estado, es posible establecer que en esos 46 día se han cometido 60 homicidios.
En su recuento anual, Pulso reportó que en diciembre de 2017 hubo 36 homicidios, mientras que Astrolabio informó en su crónica mensual, 32. Al sumarse los homicidios de la primera catorcena de enero, la cantidad prácticamente se empata con la oficial de la PGJE.
Más, menos, pero son 60. Son demasiados, equivale a 1.30 asesinatos cada 24 horas.
No es posible conocer la cifra oficial del gobierno federal, porque el reporte de diciembre lo publicará el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública entre el 20 y 21 de enero.
Llama la atención una declaración que hizo ayer el presidente del Comité Estatal del PAN, Xavier Azuara Zúñiga, quien dijo que desde que Ernesto Pineda Arteaga asumió el mando de la policía estatal, se habrían cometido 101 ejecuciones.
El presidente del PAN ni siquiera habló de homicidios, sino de ejecutados. Es decir, que desde hace 46 días, en la entidad solo se cometen ejecuciones.
A decir del panista, el promedio es de 2 ejecutados por día.
Bien haría Azuara Zúñiga en dar a conocer el origen de esos datos, pues no corresponden a lo que publica la prensa y tampoco empata con las estadísticas de la Procuraduría. Resulta extraño que Azuara de número con tanta seguridad, hasta parece especialista en el tema.
También llama la atención, que el enérgico Azuara no detalle de esos 101 ejecutados, cuantos corresponden a los municipios de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez. Tal vez de eso no diga nada, dado que ahora es aliado electoral del gallardismo.
Las comedidas declaraciones del presidente del PAN, lo apuntan en primer lugar como desinformado y después, como un político oportunista que quiere sacar raja política de la inseguridad con una simple declaración.
Para que sea lógica la cifra de ejecutados de Azuara, sería necesario que en diciembre se hubiesen cometido 79 crímenes. De haber sido así, eso estaría escrito en la prensa que a diario publica el parte de la muerte.
Patético: a Xavier Azuara solo le falta ponerse a limpiar uno que otro Jaguarcito de la cochera amarilla.
