Por: Antonio González Vázquez.
A punto de cumplirse seis meses desde que fue entregado a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres mediante el cual se busca la Declaratoria de Alerta de Género y no hay respuesta; lo que si hay es más muerte para las mujeres.
Ayer, en el municipio de Charcas hubo otro feminicidio y con ello, suman siete en apenas tres semanas que lleva el año. Es decir, mientras la violencia contra la mujer se ahonda, las autoridades locales no hacen nada; lo cual, por cierto, no es ya ninguna novedad sino una confirmación más acerca de un gobierno enfermo de parálisis.
El Instituto Estatal de la Mujer, cada que hay un nuevo caso, no va más allá de solicitar que las autoridades investiguen y aclaren los casos. Su actitud es tan pasiva como la de todo el gobierno.
Y mientras tanto, en la Secretaría de Gobernación llevan ya seis meses con el Informe presentado y recibido en Conavim. No es que con la Alerta vayan a cambiar mucho las cosas, pues en otras entidades con Declaratoria, continúan los feminicidios, como es el caso del Estado de México, pero de menos sirve para saber que en el gobierno no están dormidos y que en efecto, se mueven.
El desprestigiado e inútil Congreso del Estado tiene una nueva propuesta de Punto de Acuerdo para que Gobierno del Estado solicite a la Federación que ya se de una respuesta a la petición de Alerta de Género. Obvia decir que un punto de acuerdo es tan poca cosa que sirve para dos cosas: para nada y para nada.
Mientras el gobierno de Carreras navega en la mar de la mediocridad, continúa la muerte de mujeres. Este es el reporte de la Procuraduría General de Justicia:
Tras el reporte del hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer de 25 años de edad, agentes de la Policía Ministerial del Estado (PME) acudieron de inmediato al Barrio Clavellinas, en el municipio de Charcas, y aplicando desde un inicio el protocolo de feminicidio, comenzaron la investigación para esclarecer los hechos.
Según versión de su propia hermana, aproximadamente las 22:00 horas del miércoles 18 de enero, ella se fue a dormir, al igual que la ahora occisa, quien descansaba sola en una recámara y a un lado, en otro cuarto, dormían sus tres hijos.
Sin embargo, por la mañana, al ver que su hermana no había salido de su cuarto como lo hace habitualmente, fue a buscarla; al tocar y no obtener respuesta, optó por romper el cristal de la puerta, encontrándola sin vida.
La mujer dijo no haber escuchado ningún ruido extraño durante la noche y mencionó que su hermana se encontraba separada de su pareja sentimental desde hacía tiempo.
Los agentes ministeriales en coordinación con personal de Servicios Periciales realizaron el procesamiento y levantamiento de posibles indicios del lugar, entre ellos un mecate de plástico; asimismo se percataron que los cajones de un ropero se encontraban abiertos y diversos artículos estaban tirados en el suelo.
El cuerpo a simple vista presentaba una escoriación en el cuello y una lesión con hundimiento en la región frontal izquierda, por lo que de inmediato se aplicó el protocolo de feminicidio y se continuarán las investigaciones para conocer las causas de la muerte y esclarecer los hechos.