Caja Negra: Violamos la Constitución y los derechos del ciudadano ¡Y qué!

Por Antonio González Vázquez

 

Los diputados locales entienden por principio de progresividad, el derecho que ellos tienen para pasar por encima de las leyes y de los ciudadanos a los que dicen respetar y representar. Para ellos, la progresividad es sinónimo de regresividad.

Bien se sabe que cuando los diputados dicen que hacen algo es porque la ley se los ordena o bien, porque el bien superior de la sociedad así lo reclama, pero lo que se sabe con mayor énfasis es que cuando los diputados dicen o hacen algo, es porque hay gato encerrado y por lo general hay que sospechar de ello.

Astrolabio Digital ha publicado un par de notas informativas en las que se pone al tanto a los lectores de la decisión de ocultar información de los egresos a partir de enero, de tal modo que los cheques cuya publicidad está relacionada con la información que por oficio se debe dar a conocer, ya no se publicarán cada mes sino cada tres meses.

De esa manera, por ejemplo, la lista de cheques correspondientes al mes de diciembre del año pasado ya no se puede consultar sino hasta que finalice el primer trimestre del año.

Lo que hay en esa determinación no es el apego a un ordenamiento legal, como aducen los diputados al señalar el cumplimiento de la Ley de Contabilidad Gubernamental, sino una clara violación al derecho de los ciudadanos a acceder a la información pública de forma oportuna y pertinente.

Los gastos que realizaron los diputados  con recursos públicos se conocerán hasta el mes de abril, lo cual desde cualquier punto de vista es criticable puesto que un derecho adquirido se pisotea sin detenerse a pensar en ello y sin revisar si se atenta contra la Constitución.

“El principio de progresividad establece la obligación del Estado de generar en cada momento histórico una mayor y mejor protección y garantía de los derechos humanos, de tal forma, que siempre estén en constante evolución y bajo ninguna justificación en retroceso.”

Hasta hace unas legislaturas, los cheques se publicitaban en la página de Internet del legislativo con asombrosa periodicidad: diariamente, pero como buena parte de los cheques que se emiten encierran controversia y polémica porque se gasta el dinero en lo más imposible, más tarde decidieron darlos a conocer cada mes.

Desde la anterior legislatura el derecho que habían adquirido los ciudadanos en materia de acceso a la información pública fue olímpicamente borrado y la actual diputación va aún más allá. Los cheques se van a conocer cada tres meses. En la LVII legislatura se publicaban todos los días.

Convenencieros los diputados, los alcances de su simulación no tienen límites y por ello, su actuar es cada vez más desvergonzado: se enredan en la bandera de la transparencia y en realidad se cobijan en la de la opacidad y la impunidad.

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