Por Antonio González Vázquez
La exhibición de miseria política del diputado Enrique Flores es tan elocuente que causa pena.
Como político provinciano sin mayor mérito que el que otorga la trayectoria burocrática partidista y su pertenencia a un grupo que perdió el poder y en buena medida, credibilidad, el diputado Flores daña a su partido que lo tiene en el lugar que ocupa en el poder legislativo.
Como cualquier político que reniega de su propio partido cuando éste no está bajo el control de su secta, es capaz de todo, incluso de mostrarse avaricioso por un cargo en una de las peores legislaturas de que se tenga memoria.
Confrontarse por una posición en la Junta de Coordinación Política y rebajar la política a pugnas de lavadero, es señal del grave deterioro que ha alcanzado el ejercicio de la política en las filas de Acción Nacional.
El diputado Flores se presentó, él mismo, como presidente de la Junta de Coordinación Política y bien pudo hasta autonombrarse presidente de la república o director técnico del Barcelona.
En este momento, algunos diputados del PAN están en plena disposición de hacer el ridículo.
Mendizábal y Flores, los diputados apuntalados por el Círculo Azul le han hecho más daño al PAN en poco más de un año que todo el gobierno de seis años de Marcelo de los Santos.
Es notable la habilidad que tienen algunos políticos para dar prueba suficiente a la sociedad de que no haya nada peor que un diputado con iniciativa: si confrontarse públicamente con su partido por un cargo y valerse para ello de maniobras sucias, si hacer eso es hacer política, entonces estamos ante un retroceso tremendo.
Recurrir a un diputado del PRI como José Luis Romero para amenazar a la diputada Xitlálic Sánchez a la que el PAN nombró Coordinadora de los diputados de ese partido en el Congreso, es un ejemplo más de la violencia política que los diputados del Círculo Azul han ejercido contra la diputadas de su propio partido.
Primero se fueron encima de Josefina Salazar Báez y ahora sobre Xitlálic Sánchez Servín a quien atacaron en pleno Día Internacional de la Mujer.
El martes, el Comité Estatal del PAN al que se supone el diputado Flores debería atender, dio a conocer lo siguiente:
Acorde a sus atribuciones el Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, Xavier Azuara Zúñiga, designó a la Diputada Xitlálic Sánchez Servín, Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado.
El dirigente de Acción Nacional informó que para la designación de la nueva coordinadora, convocó a todos los integrantes del GPPAN a una reunión a la que asistieron las diputadas Josefina Salazar Báez, la propia Xitlálic Sánchez Servín y el Diputado Héctor Meraz,
Dijo que el Diputado Mariano Niño justificó su inasistencia mientras que con el Diputado, Enrique Alejandro Flores Flores, sostuvo un diálogo respetuoso previó a la reunión del grupo a la que declinó acudir.
Tampoco estuvieron presentes los Diputados Héctor Mendizábal Pérez y Jorge Luis Díaz Salinas.
El nombramiento efectuado por el Presidente estatal del blanquiazul se efectuó conforme a las facultades conferidas en el artículo 12 de los Estatutos Generales del PAN, el Art 76, Inciso “R” del Reglamento de los órganos Estatales y Municipales y el Art. 2 del Reglamento de la Relación del partido con sus Funcionarios Públicos.
Así mismo es importante destacar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó el pasado 26 de diciembre de 2016, que es constitucional y legalmente válido que los partidos políticos fijen en su normativa interna las pautas de organización y funcionamiento de sus grupos parlamentarios, lo que incluso es compatible con el derecho a regular su vida interna y determinar su organización interior.
En la Tesis LXXXVI/2016, con el rubro “Grupos o fracciones parlamentarias o legislativas de un partido político. Se establece que Es constitucional y legal que en la normativa interna partidista se regulen aspectos sobre su organización y funcionamiento”, la Sala Superior señaló que el artículo 70 constitucional, párrafo tercero, contiene un principio que permite el agrupamiento de legisladores en razón de su afiliación de partido, el cual se patentiza en las respectivas leyes orgánicas del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y de los Congresos locales.
Con esta tesis, el TEPJF garantiza la autonomía y derecho de los partidos políticos a determinar su regulación interna y forma de organizarse, por lo que atendiendo a la supremacía de leyes este ordenamiento debe ser atendido.
Eso, por supuesto, a los diputados Flores y Mendizábal les tiene sin cuidado, puesto que creen que siguen controlando un partido, cuya dirigencia perdieron hace ya más de un año