Candidata Ruth o la propagandista más costosa del gobierno

Abelardo Medellín Pérez

Una de las mentiras más crueles que ha inventado la Gallardía, es habernos hecho creer que la ex presidenta del DIF Estatal, Ruth González Silva era una candidata. No, la aspirante al Senado podrá tener registro ante el INE y muchos eventos de campaña, pero en la realidad, allá afuera, González Silva se presenta indirectamente como una sola cosa: una propagandista.

A menos de una semana de que concluya el periodo de campañas federales a cargos como los del Senado, pocas, sino es que nulas, han sido las ocasiones en que Ruth González ha logrado dibujar un auto retrato que no dependerá del PVEM o del líder político del PVEM.

En la gran mayoría de sus eventos proselitistas, González Silva desperdicia el valioso tiempo de masas de acarreados para leer un literal libreto dónde su equipo de campaña, plagado de gente del gobierno, le escribe elaboradas odas a la administración estatal.

Es del diario en su campaña que la aspirante al Senado elogié las obras del gobernador, presuma los programas sociales, enaltezca la imagen de Ricardo Gallardo, afirme el presunto cambio positivo por el que pasa el estado.

El tener que recurrir a la imagen del Gobernador para arrancarle un aplauso a los asistentes de sus eventos, es un triste espectáculo que revela como el nombre de Ricardo Gallardo ya no es una referencia respetuosa al jefe del ejecutivo estatal, sino una muletilla recurrente y distractora en los eventos de los candidatos más grises.

Hay quien, allá afuera, ve en Ruth González a una nueva política con un respaldo de hierro que emana del gobierno estatal; más equivocado no podrían estar, eso no es respaldo, es un grillete, y la aspirante al Senado no se puede desmarcar de ese “gobierno Gallardista” que es lo único que le da sentido a su campaña.

Podemos entender que por congruencia, si es que así pueden llamarlo, la aspirante no tiene razones para desmarcarse del gobierno, Pero de eso, a tener que leer listas interminables de supuestos logros del gobierno del estado en todas sus apariciones públicas, hay una enorme diferencia.

¿Y entonces cuál es la gran propuesta disrruptiva?, ¿cuál es la gran revelación que supuestamente tiene González Silva arriba en las encuestas y abarratando sus eventos?, pues que ella se dice cercana al gobernador.

Esto no es una obviedad ni una broma, es una realidad. En eventos como el que celebró el pasado 18 de mayo con maestros de COBACH, la candidata deja ver su talante chantajista.

Por un lado les recuerda a los maestros del sistema COBACH que el gobierno les debe 300 millones de pesos y luego les sugirió que la única persona que puede hacer que el gobierno les entregue esos pasivos es ella, si es que se convierte en Senadora.

Todo mal por dónde se quiera ver. La candidata aceptó categóricamente que el gobierno del cambio-bueno, que lleva tres años en palacio, no les ha querido pagar una deuda legítima; por otro lado, les dijo que, prácticamente, el gobernador solo haría su trabajo y cumpliría sus responsabilidades si los candidatos de la Gallardía ganan, y finalmente, deja ver qué tiene todas las ganas de ser Senadora, pero no tiene ni idea de lo eso significa, porque, ¿en dónde dice que el trabajo de los senadores es sostener negociaciones personales y discretas con mandatarios estatales para que obligarlos a cumplir sus responsabilidades?

Una vez más, esto es solo propagandas oficial. Lo que directamente hizo la aspirante al Senado fue decir que el gobierno hace el trabajo y lo seguirá haciendo y eso no es diferentes a lo que ya hacen decenas y decenas de propagandistas y medios afines todos los días.

González Silva no brilla con luz propia, y no es simplemente que requiera del gobierno, sino que toda esta faramalla que han llamado campaña, en realidad es otra forma de presumir la gestión del gobernador.

Con esto en mente y considerando que González Silva reporta haber gastado ya más de 5.5 millones de pesos en su campaña, queda claro que está jugada política no es otra cosa que la propaganda más costosa del gobierno.

Véase que dijimos costosa y no cara, porque no referimos que su precio sea alto, sino que la factura que pasará a la sociedad tendrá costos más allá de los económicos.

Es costosa políticamente, porque, de ganar Ruth González, San Luis Potosí habrá perdido un espacio de representatividad tan importante como lo es una silla en el Senado, por haber promovido a un perfil cuya misión es proteger y difundir la imagen de un movimiento.

Pagaremos por igual el costo social de haber lesionado la elección más importante en la historia de México, al haber permitido que se convirtiera en un aparador discreto del gobierno del estado.

E igualmente nos costará a los ciudadanos el ver qué nuestro representación en un espacio deliberativo nacional, siempre va a poner primero su cercanía con el Gobernador, por encima de las exigencias que tenga la ciudadanía.

La publicidad de un gobierno siempre es costosa, pero nunca lo habían sido tanto como en esta elección, donde las candidaturas fueron usurpadas para poner en ellas propagandistas y aduladores.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.

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