Caravana con servicio concesionado

Por Victoriano Martínez

Red Recolector S.A. de C.V., con sus escobas de platino, lo logró: este viernes 1 de septiembre, con poco más de medio año de anticipación, el Cabildo encabezado por Enrique Galindo Ceballos aprobó por mayoría la extensión del término de la concesión parcial del servicio de limpia en la ciudad… copeteada con una ampliación en sus alcances.

Cuando el 6 de marzo de 2009, el alcalde Jorge Lozano Armengol firmó el “contrato y/o título administrativo para la concesión del servicio parcial de aseo público que incluye los servicios públicos municipales de recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos no peligrosos generados en el municipio”, lo justificó por la incapacidad del Ayuntamiento.

Ante aquella “imposibilidad económica y humana” para prestar con eficacia el servicio de aseo público al Ayuntamiento “no les quedaba otra salida que subrogarlo a un tercero que invirtiera los 122 millones de pesos que se requerían para la solución integral del problema de la basura, incluidas las indemnizaciones que correspondieran a los trabajadores cesados”.

“Nos hicieron creer que el negocio de la concesionaria sería la comercialización de los productos de la basura”, escribió entonces Eduardo Martínez Benavente, cuando finalmente se reveló que se establecieron diversas fórmulas para la aplicación de varias tarifas que cobraría la concesionaria por los servicios prestados.

Una entre las varias situaciones irregulares que se dieron previo a la determinación de la concesión, que incluyeron acusaciones de haber realizado una licitación a modo para favorecer a la hoy concesionaria.

La imposibilidad económica y humana se daba entonces porque “la situación de la Dirección de Ecología y Aseo Público era catastrófica: vehículos en condiciones deplorables para recoger 159,539 toneladas al año en 146 rutas, cuando sólo se podía atender al 70 por ciento de los 700,000 usuarios, y aun así, reconocía que apenas se recibían 250 quejas mensuales”.

A 15 años, de acuerdo con la determinación del Cabildo de este viernes, la imposibilidad económica y humana persiste… y se ha complicado.

No se encuentran disponibles datos actualizados sobre la situación de la recolección de basura y sólo se pueden contabilizar 72 rutas en el mapa “San Luis Virtual”, con las que la concesionaria presta el servicio, que son menos de la mitad del número con que operaba el Ayuntamiento antes de concesionar el servicio.

La eficiencia de un servicio concesionado con menos de la mitad de las rutas pone en duda si el servicio se concesionó por la aludida imposibilidad económica y humana, o porque en realidad se trataba de un servicio deficiente por burocratizado… o de plano no había razón para concesionar el servicio.

El contrato de concesión señala dos momentos –a la mitad y al término del plazo– en los que la empresa debe donar al ayuntamiento “los equipos adquiridos (camiones, recolectores, compactadores, camiones de transferencia etc.)” y, al terminar, entregar “la propiedad del inmueble que haya sido destinado como sitio de disposición final de residuos sólidos”.

Una medida que, hipotéticamente, dotaría al Ayuntamiento de equipo para hacerse cargo del servicio. Pero la imposibilidad económica y humana (más humana que económica) persiste no sólo para prestar los servicios hoy concesionados, sino para ampliar la concesión a otros servicios en los que, al contratarlos con la empresa, confiesan que no tienen capacidad para prestarlos.

Una incapacidad para prestar esos servicios que le ha costado al erario municipal 540 millones 988 mil 247.79 pesos durante la gestión de Galindo Ceballos: seis pagos en 2021 por 104 millones 990 mil 18.81 pesos; 14 pagos en 2022 por 268 millones 153 mil 777.53 pesos, y 8 pagos en los primeros siete meses de este año por 167 millones 844 mil 451.39 pesos.

El Cabildo aprobó primero un adendum al contrato para concesionarle adicionalmente con la renovación le colecta de la basura en las papeleras, el barrido manual y mecánico de calles y la instalación de contenedores soterrados, y enseguida la renovación del contrato. Un Ayuntamiento más incapaz que el que concesionó parcialmente el servicio de limpia hace 15 años.

Aunque la concesión es una confesión de incapacidad para prestar el servicio, sea económica o humana, el alcalde Enrique Galindo Ceballos no desaprovechó la oportunidad para afirmar que el servicio de limpia que prestan “es un servicio que nos dio un reconocimiento internacional y nos ha dado el reconocimiento de la sociedad civil en general”.

Poco importó que del dichoso reconocimiento internacional se hayan entregado 75 reconocimientos (21 de plata, 18 de oro y 36 de platino), y resultó irrelevante mencionar que San Luis Potosí apareciera como último en la lista de la Categoría F.

Durante la sesión del Cabildo se mencionó que se trata de un servicio concesionado estrictamente como requisito para la aprobación del adendum y la renovación del contrato, pero nunca como la circunstancia a la que se debe que se cuente con un buen servicio, porque sobre éste, todo el mérito es de la autoridad. Al menos así se los dictan los cánones propagandísticos que los guían.

Tanto tienen que hacer caravana con servicio concesionado, que entre las 355 palabras del comunicado oficial sobre la sesión del Cabildo nunca se menciona la palabra concesión, mucho menos a la empresa Red Recolector S.A. de C.V., que se las arregló para ofrendarles una escoba de platino… que ya le rindió el fruto esperado.

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