Por Victoriano Martínez
Juan Manuel Carreras López como gobernador va dejando atrás, muy atrás, a sus antecesores, pero no en el tiempo, sino en el grado de violencia que ha permitido en el Estado al llegar, al cierre del mes de marzo, a 3 mil 578 homicidios durante el sexenio.
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en cuatro años y medio Carreras López ya registra un 15.53 por ciento más homicidios que en todo el sexenio de Fernando Toranzo Fernández; un 20.71 por ciento más que en el de Fernando Silva Nieto, y un 47.91 por ciento más que en el sexenio de Marcelo de los Santos Fraga.
Aún falta por contabilizar los homicidios que se acumulen en el 25 por ciento del tiempo restante de su sexenio y no hay señales de que la violencia pueda ceder, sino todo lo contrario.
Cuando a fines de noviembre de 2017, Jaime Pineda Arteaga sustituyó a Arturo Gutiérrez García en la Secretaria de Seguridad Pública del Estado, el último mes del general al frente de la dependencia se registraron 59 homicidios en el Estado.
A partir de que Pineda Arteaga se hizo cargo de la Seguridad Pública, y a pesar de que al llegar aseguró que pronto se notaría su mano al frente de la dependencia –lo que necesariamente sólo se podía interpretar como una promesa de abatimiento de los índices delictivos–, no ha habido un solo mes en el que el número de homicidios sea menor al del mes previo de su llegada.
Si bien durante la época de Gutiérrez García el número de homicidios ya presentaba una tendencia a la alza, con Pineda Arteaga el crecimiento mantuvo su ritmo al extremo de reportarse los dos meses más violentos del sexenio: mayo de 2019 con 109 homicidios, y marzo de ese mismo año con 103.
Durante el sexenio de Carreras, el mes de marzo se ha caracterizado –a partir de la llegada de Pineda Arteaga, quien ya lleva tres marzos– por encontrarse entre los cuatro más violentos: en el de 2018 se registraron 103 homicidios, en el de 2019 otros 99 y en el de este año 88.
Este año, a pesar de que la atención está puesta en el coronavirus Covid-19, el mes de marzo vuelve con un repunte en el número de homicidios, cual recordatorio de que las medidas preventivas de seguridad pocos resultados han tenido, pero también de que no pueden aprovechar la pandemia –cual caja china– para sentirse liberados de la presión de dar resultados.
Es lamentable que el temor que infunde entre la población la entrada a la fase tres de la pandemia se venga a sumar al temor por la inseguridad que no cede por autoridades insensibles y negligentes que no toman las medidas necesarias, como si su meta fuera realmente reafirmarse como el sexenio más violento como si eso les redituara alguna ganancia.