Fernanda Durán
El director de la Casa del Migrante, el padre Marco Antonio Luna Aguilar, informó que el albergue tuvo que cerrar sus puertas por sobrecupo, ya que desde julio pasado el número de personas migrantes ha aumentado hasta llegar a 500 en el mes de septiembre, de los cuales cerca del 60 por ciento son de origen venezolano.
En la puerta de la Casa se colocó un letrero en el que se anuncia que está cerrada por tiempo indefinido, ante esto el padre Luna Aguilar precisó que es la primera vez, desde que comenzó su administración hace tres años, en la que han tenido que implementar dicha medida, pues nunca se había presentado un flujo de esta magnitud, misma que provoca que la capacidad de la casa se sobrepase.
“La última mitad de julio y agosto el cupo de la casa se fue a las 400 [personas] migrantes diariamente (…). Estábamos totalmente rebasados, y a principios de septiembre llegamos a tener hasta 500”.
Aunque ante el incremento en la afluencia de personas se tomó la determinación de ya no aceptar o permitir el ingreso de más migrantes, Marco Antonio Luna aseguró que quienes no han podido acceder “no se han estacionado” alrededor de la casa por temor a estar fuera del albergue.
“Tuvimos que implementar el decir que la casa no puede recibir a más personas, no porque no esté funcionando sino porqué está funcionando muchísimo más de lo que puede hacer”.
Indicó que las personas que no pueden accesar al hospedaje no pueden canalizarse a algún albergue de Gobierno del Estado debido a que sólo recibe a niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, mientras que la Casa del Migrante recibe a toda la población en general.
