Casilla 808: dos impactos de bala y el derecho a votar perdido

Por Victoriano Martínez

La casilla 808 B, C1 y C2 fue de las primeras en instalarse. Abrió puntual, pero para las diez de la mañana ya no estaba.

Frente a la Escuela Primaria Urbana Federal Club de Leones 3 en la calle Guanos 280, donde se instaló, lo que había eran listones de seguridad que resguardaban el trabajo de peritos que hacían levantamiento de pruebas de la razón por la que la casilla había cerrado.

En el margen del ventanal donde se colocó la cartulina con la identificación de la casilla estaba la principal huella del incidente que obligó al cierre de la misma: dos impactos de bala de alto calibre.

“Llegaron como a las nueve y media, disparaban al aire como queriendo asustar a la gente, eran como unos diez”, relató uno de los vecinos de la escuela.

En la casilla, al interior de escuela, sólo había dos votantes, los funcionarios y los representantes de partidos, algunas mujeres acompañados de sus hijos menores de edad.

Afuera, un hombre que esperaba su turno fue sometido y tirado al suelo por los atacantes de la casilla.

“Eran principiantes, como que no estaban entrenados”, aventuró a decir uno de los vecinos que, ante el ruido de las detonaciones se asomó para ver lo que pasaba. “Me encañonaron y tuve que meterme”, dijo.

La casilla abrió puntual a las ocho de la mañana, narró, y al principio estaba una patrulla en la esquina o daba vueltas, pero pasaba frecuentemente. “Poquito después de las nueve se retiró y ya no regresó y enseguidita aparecieron los pistoleros en una camioneta blanca”, contó.

“No estaban preparados para lo que trataron de hacer, sólo querían asustar. El que se llevó la caja para los votos era un gordito que ni siquiera podía correr con ella”, mencionó.

Cuando vio que los agresores se alejaron, el vecino entró a la escuela para verificar el estado de las personas que ahí se encontraban. Dijo que vio salir a mujeres y niños de salones a los que se habían ido a resguardar. Ninguna persona lesionada.

Tras el incidente y el levantamiento de los peritajes, los integrantes de la casilla se retiraron, la escuela se cerró… y los empadronados de la sección se quedaron sin posibilidad de votar.

Nos faltan al respeto: electores

Faltaba más de hora y media para el cierre de las casillas, y a la casilla 808 B, C1 y C2 no dejaban de llegar electores que sólo encontraban la cartulina que la identificaba, pero todos los accesos cerrados y el interior vacío.

“Es una falta de respeto que no haya puesto ni siquiera un aviso de qué podemos hacer los que íbamos a votar aquí”, expresó un hombre que en ese momento llegó con la intención de votar.

Eran las 16:30 horas, y frente a la casilla había unas seis personas que tenían la intención de votar. En ese rato pasaron tres vehículos que, desde el interior, preguntaban a los ahí reunidos si todavía podían votar.

Un vecino salió a comentarles el incidente matutino que provocó el cierre y les dijo que a él le habían comentado que quienes tenían que votar en esa casilla podrían acudir a las casillas especiales. Algunos dijeron estar enterados sobre el incidente y haber dejado pasar tiempo para acudir con la situación en calma, pero no imaginaron que ya o estaba la casilla.

“Pero en las especiales no se puede votar por todos los cargos y aparte no todos podemos ir”, expresó una de las personas que ahí se encontraba.

Una mujer de la tercera edad insistía en la falta de respeto por no colocar un letrero para quienes quisieran votar, en tanto que otras personas se acercaban a una de las ventanas de la escuela para confirmar que un pequeño cartel en la ventana no trataba el asunto del cierre forzado de la casilla, sino el regreso a clases presenciales.

“¿Entonces a todos los que nos tocaba votar aquí ya nos quedamos sin ese derecho? ¿Por qué no dejaron a un guardia que nos explicara qué hacer? Y se tenían miedo, una patrulla que estuviera aquí y nos dijera qué hacer?”, eran expresiones de quienes llegaban con deseos de votar.

La escuela, con la identificación de la casilla 808 B, C1 y C2, era testigo muda del paso frecuente de electores con intención de votar, con dos orificios de impacto de bala de alto calibre como huella de la razón por la que no pudieron hacerlo.

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