Angélica Campillo
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) reabrirá la queja interpuesta por la ex magistrada Adriana Monter Guerrero en contra del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), Juan Paulo Almazán Cué, debido a la violación de sus derechos laborales.
interpuesta por la ex magistrada Adriana Monter Guerrero en contra del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), Juan Paulo Almazán Cué, debido a la violación de sus derechos laborales.
La afectada recordó que en octubre de 2017 fue removida de su puesto como secretaria general de Acuerdos, por orden del presidente del STJE, sin un debido proceso legal, posteriormente la mandaron como jefe de departamento al Archivo Judicial, y luego de ello fue reconocida como proyectista.
Señaló que en febrero del presente año interpuso una queja ante la CEDH por el acoso laboral y violencia de género de la que todavía está siendo objeto por parte de Almazán Cué, esto, derivado de haber defendido su puesto como secretaria general de Acuerdos, en octubre de 2017. Asimismo, manifestó que ya había sido amenazada por el presidente del STJE, quien le aseguró que si defendía su magistratura, tendría consecuencias políticas.
La ex magistrada indicó que, en mayo de este año, el presidente de la CEDH, Jorge Andrés López Espinosa, determinó declarar sin materia su queja, puesto que Almazán Cué le informó que ya había reconocido su cargo como proyectista, sin embargo está afectando sus percepciones económicas y sus prestaciones, ya que en sus recibos de pago le quitaron las cuotas sindicales, lo que significa que no tiene derecho al servicio médico y tampoco puede ser defendida por el Sindicato: “un día soy de base, otro día soy interina, otro día tengo un contrato N, que no sé qué signifique, otro día tengo un contrato 3”, añadió, lo cual atribuyó a que el presidente del STJE pretende generar inestabilidad a fin de que renuncie.
Monter Guerrero refirió que, ante ello, a través del Centro Samuel Ruiz interpuso un recurso de impugnación, que llegó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y, previo a su determinación, el presidente de la CEDH decidió reabrir su queja, al advertir que, efectivamente, no se investigaron las violaciones que denunció en un principio.
Informó que también va a ampliar su queja, dado que Almazán Cué sigue acosándola laboralmente y afectando su derecho al empleo, a su patrimonio y a la estabilidad laboral, por lo que el proceso ahora por parte de la CEDH es investigar las violaciones denunciadas en tres puntos específicos: el hecho de que no hubo el debido proceso al destituirla como secretaria general de Acuerdos; el que como proyectista no se le esté pagando como corresponde, y el maltrato del que sigue siendo objeto.
Por último, hizo un llamado al presidente de la CEDH para que actúe con ética, se ciña a la legalidad y deje de lado otros intereses que lo llevaron en una primera instancia a no procurar el respeto de sus derechos.