Centinela: Debatir, no simular sobre la Guardia Civil

Antonio González Vázquez

La iniciativa del ejecutivo para crear la Guardia Civil será motivo de una consulta a través del método de Parlamento Abierto.

Es un acierto abrir el debate sobre un tema de tanta relevancia y preocupación para las y los potosinos.

La inseguridad y la violencia que deriva de la presencia y actividad de organizaciones criminales en todo el estado, requiere de una estrategia que al menos cuente con el consenso de la población; no se pueden permitir más ocurrencias.

Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social, Justicia y Comunicaciones y Transportes, a las que el pleno turnó la iniciativa del gobernador, José Ricardo Gallardo Cardona, acordaron generar un Parlamento Abierto.

Las y los diputados tienen la obligación de operar un esquema de participación que haga posible una consulta genuina y no se reduzca a la simulación.

Se propone “la participación de elementos policiacos, representantes de la Secretaría de Seguridad Federal, barras de abogados y todos aquellos que tengan algo que aportar”.

Sería prudente que la LXIII Legislatura observe cómo la Cámara de Diputados preparó y en estos momentos lleva adelante el Parlamento Abierto sobre la Reforma Eléctrica.

Se iniciaron el 15 de enero y concluirán el 15 de febrero.

En la práctica se trata de ejercicios de análisis y debate a fondo. Participan quienes están a favor y en contra de la iniciativa presidencial.

Los foros se transmiten en vivo en redes sociales y en el Canal del Congreso; no hay censura ni artificio, se expresan unos y otros en plena libertad.

Los diputados de las distintas fracciones parlamentarias discuten con amplitud y ponen el acento en los puntos más controversiales de la iniciativa. Los funcionarios del gobierno federal acuden y están obligados a contestar todo lo que se les pregunta.

Hay académicos, especialistas en el tema eléctrico y la energía. Participan organismos de la sociedad civil, así como investigadores de instituciones de educación superior públicas y privadas.

Se trata de un verdadero parlamento.

La legislatura potosina bien puede tomar ese ejemplo y apegarse al método del Parlamento en el que todos participan y exponen opiniones sobre las bondades y deficiencias de una iniciativa.

Aún no han definido cuántos foros habrán de realizarse y dónde, sus temáticas específicas ni tampoco si tendrán difusión con transmisiones en vivo.

Lo deben hacer lo más pronto posible, pues pretenden llevar la iniciativa al pleno antes de concluir el próximo mes de marzo.

Se proponen “generar un amplio consenso” de la población en las cuatro regiones del estado, pero para eso, deberán ser capaces de promover el debate democrático y tomar en serio las opiniones vertidas.

Mal harían si los foros se reducen a simples mesas de trabajo en la que los participantes hablan, opinan y proponen y todo va a un saco roto.

Es necesario tomar las cosas en serio. El Parlamento Abierto no se puede convertir en instrumento de propaganda con la intención de hacer ver que sí se escucha a la sociedad.

Sería inadmisible realizar ese ejercicio democrático para que luego, las y los diputados aprueben la iniciativa de reformas sin haber cambiado una coma.

El Parlamento es un método de consulta y de participación ciudadana, en ese sentido, no hay cabida para el engaño y la simulación.

Eso lo tendrían que entender en primer lugar las y los legisladores que, de entrada, han expresado un apoyo irrestricto a la iniciativa. Una vez que fue presentada, se mostraron entusiastas y aplaudidores en vez de ser críticos.

Las bancadas de oposición, tienen la obligación de estudiar a fondo el paquete de reformas en materia de seguridad y rechazar en su caso, aquello que identifiquen como nocivo.

Según la Junta de Coordinación Política, “será importante abrir la discusión y análisis a todos los sectores de la sociedad interesados en participar, ya que esto permitirá conocer opiniones diversas para integrar el dictamen respectivo”.

Ya veremos si eso es cierto.

La situación apremia.

La semana anterior fue fatal: hubo trece ejecutados, el hallazgo de una fosa clandestina con restos de tres hombres y una mujer y dos casos de presunto linchamiento a delincuentes.

El “horno no está para bollos”, se requiere ya de una estrategia que funcione y ofrezca buenos resultados.

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