Centinela: Gallardo y Carreras, entre la cortesía y la amenaza

Antonio González Vázquez

La relación entre Juan Manuel Carreras López como gobernador saliente y José Ricardo Gallardo Cardona como gobernador electo pisan terrenos inciertos; se mueven entre la hipocresía y el protocolo institucional.

El impugnado ganador de las elecciones del 6 de junio pasado, fue uno de los invitados al último informe de gobierno de la mal llamada administración de la prosperidad.    

Carreras López no reparó en referencias al virtual gobernador para el período 2021-2027, a quien le deseó suerte en una encomienda que aún no está firme, toda vez que la elección no ha sido calificada.

En una expresión fuera de lugar, el mandatario, maletas en mano, incluso le agradeció a su eventual sucesor que dé continuidad a obras que dejará inconclusas.

Al cumplirse un mes de las elecciones, Carreras sostuvo el primer encuentro con Gallardo en la casa de gobernadores. El gobierno estatal difundió algunas imágenes del encuentro, en las que ambos lucían sonrientes y amables.

Luego, el 30 de julio, en el salón de Gobernadores de Palacio de Gobierno, dieron inicio formal al Proceso de Entrega-Recepción; ofrecieron que sería un procedimiento “civilizado” y apegado a la ley.

Desde entonces, lo que parecía ser una relación políticamente amable se ha ido distorsionando poco a poco. Se han ventilado públicamente diferencias entre los equipos de ambos gobernadores respecto de los hallazgos en dependencias y entidades públicas.

En ese sentido, Gallardo Cardona ha tenido algunas expresiones duras porque “hay cosas que no están bien” y ha advertido: “no vamos a solapar a nadie”.

Uno de los hallazgos de los que dio cuenta el gobernador electo tiene que ver con la perniciosa relación entre el gobierno y los medios de comunicación.

Para nadie es un secreto que históricamente los medios locales se han beneficiado con la asignación de dinero público, por la vía de jugosos paquetes publicitarios. “Te pago para que “no me pegues”, es el acuerdo.

La semana pasada, Gallardo Cardona tocó el tema de manera muy somera, pero deslizó que se han encontrado cosas indebidas entre “la prensa y el gobierno”. Fue tajante, “eso se va a acabar”.

Solo dio una probadita de lo que se han encontrado en la Coordinación de Comunicación Social. Dijo que hay “pseudoperiodistas que hacían y están haciendo negocio con el gobierno”.

Denunció que incluso hay periodistas que tienen allegados que trabajan en la administración de Carreras López, sin embargo, no ofreció mayores detalles pese a que se había comprometido a informar puntualmente del avance del proceso.

El tema abordado, aunque ambiguamente, es muy importante y obliga a que lo más pronto posible sea clarificado por Gallardo y Carreras.

El presupuesto de 85 millones de pesos para publicidad que maneja Comunicación Social no es cualquier cosa. Gallardo habló de “negocios”, eso es lo que debe aclararse ante la opinión pública.

En caso de existir el manejo ilegal de esos recursos, entonces tendrán que deslindarse responsabilidades, incluidos los medios de comunicación: el presupuesto no es para que se hagan negocios.

Gallardo Cardona ha insistido en que a su llegada habrá un cambio radical respecto de cómo se ha gobernado; el caso de la relación gobierno y prensa es una asignatura pendiente.

El gobernador electo se ufana de ser aliado del presidente Andrés Manuel López Obrador y se asume como parte de la Cuarta Transformación.

Desde el inicio de su sexenio, López Obrador tomó la dura decisión de cerrar la llave de los recursos públicos a los medios; redujo el presupuesto en cincuenta por ciento y canceló decenas de contratos de publicidad.

La medida le atrajo una reacción furibunda de medios y periodistas que se quedaron sin financiamiento.

En caso de que Gallardo Cardona asuma la gubernatura tendrá un ejemplo a seguir, a menos que sea aliado solo de palabra.

Primero, que haga del conocimiento público “los negocios” de periodistas y gobierno; luego que decida recortar el gasto en medios: ¿Se atrevería?

¿Quiénes son los “pseudoperiodistas” señalados por Gallardo?, ¿qué tipo de negocios se hacen?

La prensa le es útil a la sociedad y a la democracia cuando se ejerce a cabalidad, en plena libertad e independencia.

Es importante una prensa crítica y comprometida con la verdad, una prensa que investigue y denuncie, que informe con certeza y aporte datos; que opine con argumentos y juzgue con pruebas.

Esa otra prensa a la que se refiere el gobernador electo tendría que ser exhibida, y en su caso, denunciada junto con los funcionarios cómplices.

“La Gallardía” tiene desde hace años sus propios medios en los que difunde sus puntos de vista, mal estaría que los que le son afines sean auténticos periodistas y a quienes lo critican los defina como “pseudoperiodistas”.

Se requiere de una relación institucional transparente en la que por encima de todo esté el interés público y no solo el del gobernador en turno.

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