No podemos decir que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí está por vivir nuevos tiempos, ya los está viviendo desde el momento exacto en que se leyó la votación favoreciendo al Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, lo que ubica al ambiente en dos universos alternos: las autoridades que están preparando su salida y el grupo que está conformando el Rector Electo para dirigir, administrar, vigilar y respetar a la comunidad universitaria.
Es verdaderamente lamentable que el Rector Saliente, Mtro. En Arq, Manuel Fermín Villar Rubio, dedique sus últimos momentos a su eterno objetivo del cultivo a su imagen. Esa megalomanía que lo alejó de los principios fundamentales universitarios, basado en la universalidad de la transparencia y la justicia. Directamente en el último desplegado de 10 puntos, hace una torpe rendición de cuentas, ante un verdaderamente lamentable caso de agresión sexual en contra de una docente de la Facultad de Derecho en el mismo seno del Edificio Central.
A grandes rasgos, el agresor sólo recibe seis meses de castigo ante tal crimen, demeritando testimonios directos de la víctima y haciendo como que obedece a las recomendaciones de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Deja en claro que la severidad de la aplicación de los reglamentos es directamente proporcional a la influencia de la persona dentro de la institución y por quién está protegido. ¿De verdad cree que eso es suficiente? ¿Esa misiva hubiera sido publicada si su candidata hubiera llegado a sucederlo? ¿Cuántas más existen no publicadas y tendrán que ser los medios la herramienta de presión?
En el último punto, critica lo que tanto teme y ha reprimido en la Universidad: LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Se le ha caracterizado como una herramienta barata, el cobijarse del concepto “autonomía” para tratar de poner a los universitarios a su favor, haciéndoles ver que un ataque a tal “autonomía” es un ataque contra todos. Nada más alejado de la realidad y nada más evidente de su interpretación que se le tiene que aclarar. La Universidad Autónoma de San Luis Potosí es una institución sumamente respetada por toda la sociedad, autoridades, empresas, partidos políticos, instituciones privadas y otras universidades. La libertad de expresión es un principio universal perteneciente a cada individuo de nuestra nación y a cada uno de los ciudadanos miembros de los países signantes de la Carta de Derechos Universales de la Organización de las Naciones Unidas.
Llegado a este punto, la Universidad está dividida en cuatro grandes sectores: alumnos, profesores, administrativos y autoridades. Se le tiene que remarcar eso, para aclararle que usted por sí mismo NO ES LA UNIVERSIDAD. Usted encabeza las autoridades a las cuales se les puede señalar de manera positiva o negativa, dependiendo del desenvolvimiento al que están obligados. Dichos señalamientos hacia usted directamente y a su camarilla saliente, no están, como lo deja entrever, basados en “verdades a medias” y mucho menos en mentiras. No es un ataque a la universidad, son observaciones basadas en verdades a voces y otras comprobables con documentos, que avalan injusticias y/o manejos dudosos de los dineros.
Los medios no son los culpables de sacar a la luz, los indecentes salarios que se auto asignaron, del nepotismo galopante, del manejo de la justicia dependiendo de a quién se le tiene que aplicar, de los oscuros números en cada una de las construcciones y compras de equipo, de sus viajes, de los escenarios para hacerlo parecer semidiós en cada evento, del servilismo ciego de sus serviles que hoy lo han abandonado, de las traiciones a quienes le fueron fiel, de la opresión por decir la verdad a cualquiera dentro de la institución.
En este tópico no se equivoque. Se acabó su poder para reprimir, para esconder, para aparentar y simular. Es usted mismo quien debe hoy de hacerse cargo de las consecuencias de sus decisiones y de los pésimos consejeros de los que se rodeó. Hoy sufre y su exacerbado enojo contra los medios de información en general, es una patética muestra de quién es usted en realidad. El 1 de mayo, despertará como un profesor más, dependiente de la protección sindical y de las decisiones de las autoridades universitarias. Bienvenido a un mundo alejado de usted hace más de 30 años, bienvenido al mundo de la academia real frente a grupo.
Punto por punto, cualquiera de los medios que ose declarar como faltos de verdad, le pueden demostrar contundentemente la veracidad de la información, por su derecho a informar, resaltando sobre todo que están lejos de su poder opresor con cuenta regresiva. Tiene la desfachatez de publicar documentos por haber sido presionado por los medios y la sociedad en general que, de haber resultado a su favor todas sus artimañas, hoy no se conocerían; lo que yo sugiero en todo caso que si va informar algo deje usted dicho a la comunidad universitaria lo que seguirá cobrando como ex rector, sumado a los jugosos ingresos que gozan su esposa Gladys Farias y sus hijas Gladys y Sofía Villar Farias, así como uno de sus yernos, y que si echamos cuentas, la familia, incluyéndolo a usted, se van a llevar una jugosa bolsa mensual que oscila en los $300,000.00 (trescientos mil pesos) mensuales (me quedo corto), siendo así de injusto a todas luces sería conveniente que la Rectoría entrante tomara una decisión que impida este abuso y robo familiar. Toda la familia Villar Farias, incluyendo yernos, se encuentra enclaustrada, y con la mano en la cintura y de manera muy discreta se van a llevar un botín que no es otra cosa más que un monumento a la rapaz, corrupta y despótica administración de la rectoría saliente.
Hacia el interior de la institución tiene muchas cuentas por rendir, pero esté tranquilo, hacia las autoridades competentes, tiene tiempo todavía de armar una buena defensa legal, que le va a ser necesaria una vez concretada su salida con la frente en alto, pero por la puerta trasera.
MMR