Centinela: La grandeza del Frente Cívico y la pequeñez de Xavier Nava

Antonio González Vázquez

Se ha iniciado una nueva etapa de convulsión política en la capital: Xavier Nava y lo que queda del navismo, contra Enrique Galindo y el PRIANRD.

El Ayuntamiento capitalino presentó por la tarde del viernes ante la Fiscalía General del Estado (FGE) una denuncia contra la anterior administración de Francisco Xavier Nava Palacios, por los presuntos delitos de ejercicio indebido de las funciones públicas y fraude.

“Se han identificado personas que cobraban como servidores públicos en la administración 2018-2021 adscritos a las áreas de Secretaría General, Contraloría interna, Recursos Humanos, Desarrollo Económico y Servicios municipales, mismos que se detectaron que no se presentaban a trabajar, en algunos casos por todo su período de contratación y en otros por lapsos específicos”, informó el Ayuntamiento.

Por la mañana del sábado, con la carga de sus derrotas, el ex alcalde fue electo presidente del Frente Cívico Potosino (FCP) y desde esa tribuna, retó a que se lo comprueben.

Vencido y humillado, no está para retar a nadie. Es mejor reflexionar cómo hará para defenderse ante el Ministerio Público.

Acaban de encender el fogón y en adelante, el caldero hervirá con el riesgo latente de quemarse unos y otros. Galindo y Nava frente a frente.

Luce como una contienda algo dispareja. Después de todo, el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona se sumará a la disputa como tercer interesado. Es inocultable su animadversión al ahora frenteciviquísta de membrete.

El FCP aspira a levantarse de sus cenizas para denunciar “abusos y excesos”, según dijo, “vengan de dónde vengan”.

La administración de Gallardo es el objetivo del grupo de notables que integran el Consejo Navista, en el que destaca la ausencia de Manuel Nava Calvillo, impulsor del Frente Ciudadano Anticorrupción.

El gobernador tiene muchas armas políticas, legales y propagandísticas para responder y lo hará.

Por lo pronto, no empezaron nada bien: simularon la elección del dirigente cuando ya estaba preparada de antemano.

Nava Palacios está a un paso del precipicio y las siglas del FCP no tienen ya la fuerza de antaño. El tiempo pasa y la memoria se desvanece.

Desde el Frente Cívico, los años ochenta y los noventa, vieron a Salvador Nava levantarse contra el poder público; convocó a la gente y esta lo siguió hasta la muerte.

El pueblo de entonces no es el de ahora. Hay una diferencia sustancial: la dignidad de entonces es incomparable. Hoy, en voz de Nava Palacios, esa palabra suena hueca.

Pueden existir razones para dar vida a un movimiento civilista semejante al que encabezó el doctor, pero no hay liderazgo, el de Nava Palacios carece de todos los valores y principios que distinguían al doctor.

Nava Martínez era el salvador del pueblo víctima de un sistema autoritario, corrupto y represor.

Nava Palacios, en cambio, es un político en desgracia que vagó por distintos partidos luego de darse cuenta que como independiente no llegaría a ningún lado.

Ora ciudadano, al rato político.

Así ha sido su trayectoria.

Con todo y que el FCP es una pálida sombra de lo que llegó a ser, tendrá sobre la mesa un sinnúmero de temas con los cuales llamar la atención. El contexto es propicio para que cualquier grupo por minúsculo que sea pueda destacar en una tribuna opositora vacía.

Denunciar los excesos y abusos del gobierno en turno es, en todo caso, un arma de doble filo.

La Fiscalía General del Estado que solo en el papel es autónoma, se apresta a dar curso al proceso. Es previsible que la denuncia del Ayuntamiento se convierta en carpeta de investigación para luego turnarse a un juez.

Para la Gallardía llegó el momento del cobro de facturas y lo van a hacer. Tienen el poder público en sus manos. El gobernador tiene claro que el poder está para utilizarse, ha iniciado su administración con mano dura y probablemente Nava Palacios pronto lo va a comprobar.

Con independencia de eso, ¿quién asegura que XN continuará al frente del FCP cuando lleguen las elecciones del 2024?

Tiene un foro desde donde lanzar consignas, acusará y denunciará. Le será útil para victimizarse y con ello construir una nueva imagen de luchador social perseguido por el gobierno.

De lograr posicionarse, caerá de nuevo en la tentación de ser candidato. Es su naturaleza, eso no puede cambiar.

Volverá a lanzar el anzuelo en pos de una candidatura, solo que es muy posible que llegado el momento podría estar inhabilitado.

El presidente Galindo Ceballos debió recibir el visto bueno del ejecutivo para presentar la denuncia penal. Caminan juntos porque así les conviene y limpiarán el camino de todo aquello que pudiera afectar sus planes.

Ellos ven hacia el futuro: Galindo va por un gobierno municipal de seis años, para luego ir por la gubernatura en el 2027. Gallardo va al 24 por el control pleno del Congreso del Estado y la mayoría de los ayuntamientos.

En la medida en que surja cualquier atisbo opositor que vaya contra sus planes será aplastado.

La Gallardía y el PRIANRD serán entonces adversarios electorales, pero ahora van juntos y Nava Palacios no tiene tamaño para ser obstáculo.

Hará ruido, mucho ruido; ¿Servirá de algo?, ¿a su llamado, saldrá la gente a llenar las plazas?, ¿el pueblo seguirá su llamado y en plena conciencia y libertad se rebelará contra los abusos del poder?

Hay acontecimientos irrepetibles y uno de ellos es el movimiento civilista del doctor.

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