Centinela: Las y los periodistas queremos trabajar sin miedo

Antonio González Vázquez

La sociedad potosina anhela vivir sin miedo, es un deseo compartido ante un entorno descompuesto desde hace muchos años. La paz y la tranquilidad han quedado sepultadas en una mancha oscura de atrocidades.

Como personas, las y los periodistas también queremos vivir sin miedo; por extensión, anhelamos ejercer el oficio de informar sin temor.

Hace unos días, el gobierno estatal realizó la ceremonia de instalación del Mecanismo y la Unidad Estatal de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

Acerca de ese evento de indudable relevancia, la Red de Mujeres Periodistas de San Luis Potosí saludó dicha instalación y de paso denunció algo del todo censurable e inaceptable.

“En los 40 días que lleva en funciones el actual Gobierno del Estado, colegas periodistas, algunas integrantes de esta Red, han reportado haber sufrido agresiones por personal a cargo de la seguridad del titular del Ejecutivo”.

El viernes 5 de noviembre, un día después de instalado el Mecanismo, esa Red fijó una postura tan valiente como aleccionadora.

En ese posicionamiento, reveló que mujeres periodistas integrantes de esa organización han sido víctimas del personal de seguridad del gobernador José Ricardo Gallardo Cardona.

El Secretario General de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, había garantizado el respeto de la administración estatal a la libertad de expresión y a los periodistas, incluso aunque estos disientan del gobierno.

El funcionario debe saber ahora que su dicho no necesariamente es congruente con la realidad.

¿Cómo se puede hablar de garantizar el ejercicio periodístico cuando la guardia personal del mandatario cae en la agresión?

La denuncia de esa Red debe motivar el inicio de una investigación y sancionar a los responsables.

Es necesario prohibirles actitudes de prepotencia que luego deriven en agresiones tan innecesarias como injustificables.

El compromiso de la administración estatal de proteger a las y los periodistas, no puede ser solo en el discurso sino en los hechos.

De manera especial, las mujeres periodistas merecen respeto a su trabajo; hay ya muchos riesgos en las calles para estarse cuidando también en Palacio de Gobierno o en los eventos del ejecutivo.

Aunque se reconoce lo valioso de la instalación del Mecanismo, en el gobierno tendría que admitirse la grave omisión en que se incurrió al no invitar a las y los periodistas, no como testigos o como parte de la cobertura del evento, sino a formar parte de los trabajos que ya se emprenden.

En ese sentido, la Red de Mujeres Periodistas exigió “un proceso abierto y plural” en el diseño del Reglamento Interno del Mecanismo: “demandamos que se tome en cuenta, a través de una consulta o la integración de mesas de trabajo, la opinión y necesidades, tanto de las personas defensoras de Derechos Humanos, como de las y los periodistas de las cuatro regiones del estado”.

Al Mecanismo se deberán integrar representantes de las y los periodistas, para tal efecto, exigen la emisión de una convocatoria para definir la representación de las y los profesionales de la información.

“Al gobernador Ricardo Gallardo y a las y los ahora integrantes del Mecanismo y la Unidad de Protección, les recordamos que es tarea de la autoridad garantizar las condiciones para el ejercicio de nuestra labor y también que ha existido desde siempre nuestra disposición para ejercer el derecho de participar e incidir en los procesos que nos involucran”, precisan en su posicionamiento.

“Nada de nosotras, sin nosotras”, afirman las periodistas de esa Red.

El gobierno de Gallardo Cardona ofreció un cambio y este debe hacerse realidad en todo el estado. El cambio supone dejar atrás lo que daña, lo que no sirve, lo caduco, lo que está mal y que por tanto, afecta la convivencia social.

En lo que toca a la actividad periodística, lo más importante es garantizar a las y los periodistas que en su actividad tienen de su lado a las instituciones; ellas y ellos no son ni delincuentes ni el enemigo a vencer, esos están en otra parte.

Lo deseable es que el Mecanismo no se convierta en un elefante blanco más en las instituciones públicas, sino un verdadero garante de de la libertad de expresión.

La red ya habló, le toca al gobierno empezar por poner orden entre los escoltas del gobernador.

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