Antonio González Vázquez
José Ricardo Gallardo Cardona está en todos lados y parece ser el único que marca la agenda política en San Luis Potosí.
Basta con ver los medios de comunicación para constatarlo.
En cambio, la oposición está ausente, no dicen nada. Está fuera de la agenda, también aquí está derrotada.
El gobernador repartió despensas a diestra y siniestra, hizo variopintos anuncios, lanzó advertencias, instruyó al legislativo, profesó su catolicismo, movió hilos y puso a temblar a uno o una y más, mucho más.
Anda caminando por las nubes.
Felicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador en su 68 aniversario y rogó a Dios que le dé mucha salud y larga vida.
El Pollo se ve en el espejo del jefe de la cuarta transformación.
En cincuenta días de gobierno, se ha esmerado en asemejarse al presidente y se empeña en mostrar un dinamismo semejante al del tabasqueño.
Fue a municipios y colonias donde caminó entre multitudes, dio abrazos y besos, saludos de mano, se tomó cientos de fotografías. Camina entre la gente porque se ve como López Obrador.
El presidente elevó a rango constitucional los programas sociales de la cuarta transformación y el gobernador ya decidió que en San Luis se hará igual.
El presidente destinará tres billones de pesos a los programas sociales para todo el país y aquí irán tres mil millones de pesos para las ayudas sociales.
Solo que el presidente no tiene una torre desde donde ver a sus gobernados para verlos desde todo lo alto.
Ni tampoco lo andan cuidando guardias a su lado.
Mucho menos se hace del apoyo de los empresarios para aplacar las protestas en las calles.
El gobernador Gallardo trae a muchos en su puño.
Ahí está el ayuntamiento capitalino del PRIANRD que dio el primer paso para que, cuando menos se espere, borre las demandas contra el ex alcalde Ricardo Gallardo Juárez.
Se percibe la presencia del mandatario en el escandaloso tema de las cuentas públicas 2020 que el Congreso del Estado se apresta a regresar a la Auditoría Superior del Estado.
Golpe contundente a la de por si precaria imagen y minúsculo nivel de confianza social en esa instancia fiscalizadora que no ha dejado de ser tapadera de corruptos e incompetentes.
En los asuntos de la iglesia católica a la que ha beneficiado con la donación de un predio para la construcción del santuario a la Virgen de San Juan. Se codea con la jerarquía católica a la que tiene en su bolsa.
La mano que mece la cuna del controvertido incremento a la tarifa del agua planteado por el Interapas, es la de Gallardo que, sin decir agua va, instruyó a la legislatura a votar en contra.
Una instrucción pública a los diputados del Partido Verde y aliados que enseguida hicieron suya con ignominiosa sumisión.
La sombra que cubre el expediente del juicio político al ex alcalde Francisco Xavier Nava Palacios, es la de Palacio de Gobierno.
Los empresarios fueron atraídos cual palomas en la plaza al tirarles las migajas y gustosos, se integraron al Consejo Consultivo desde donde tomarán decisiones en torno a lo que afecte a sus intereses.
No sería extraño que pronto, los empresarios influyan en actos de gobierno más allá de ese Consejo Consultivo.
La Sierra de San Miguelito es un hueso muy delicioso para algunos de esos empresarios.
Gallardo Cardona es todo lo contrario a lo que era Juan Manuel Carreras López. El priísta era de bajo perfil, soso, mediocre e impasible.
El del Verde no es así. Quiere tener personalmente todo bajo control e interviene todo aquello que se propone.
Y no hay nadie en la oposición que haga las veces de contrapeso más allá de tímidos señalamientos.
Por la mañana del sábado, el gobernador llegó a entregar despensas a la colonia María Cecilia y hubo una multitudinaria y entusiasta recepción. Entre esos entusiastas estaba el diputado del Partido Acción Nacional, Rubén Guajardo Barrera quien se sumó a la entrega.
El legislador junto al alcalde Enrique Francisco Galindo Ceballos, se acercó al gobernador y lo saludó de mano y sonriente, podría decirse, halagado; después posó para los fotógrafos de prensa cuando Gallardo entregaba una despensa.
Esa es la oposición en San Luis Potosí.
