Da pena relacionar “universitario” para hablar de autoridades universitarias, que lejos de representar el desarrollo intelectual de los alumnos como primera premisa, el desarrollo del conocimiento como segunda, en un ambiente cordial para todos respetando los derechos laborales y la integridad de los educandos, aparece la figura del madruguete oficial. Ha salido la convocatoria para que el 1 de abril, se llame al Consejo Directivo Universitario con el fin de “elegir” al nuevo rector.
Es en estos momentos, donde los 56 principales actores están recibiendo más promesas que las que cualquier político pudiera ofrecer de parte de los candidatos oficiales, sí, Lola como principal candidato y Miguel Aguilar como comparsa disfrazada al más puro estilo “Cuadri”. Es el tiempo en donde los directores ya han recibido la promesa de encubrimiento y continuidad con mejores condiciones económicas para apoyar a la Diabla. Ya sean de facultades, áreas o escuelas; la perpetuidad en el presupuesto de la nómina de altos niveles es bastante apetitosa, sobre todo para aquellos que desde hace tiempo han forjado sus fortunas. Algunos con un periodo (4 años), otros con dos y posibilidades de continuar, también hay que decirlo, de quienes ya llevan 25 años o más siendo parte de la nómina de la realeza, contando con manos libres en el presupuesto de cada una de sus asignaciones.
Anuar, por su parte, ha renunciado para proponerse como candidato, una vez recibido su último cheque por más de 100 mil pesos y luego de haber sido hecho a un lado cual pañuelo desechable con estornudo de coronavirus. Patética su postura y bien le valdría sumarse al cambio que sí o sí va a ocurrir.
Hoy imaginemos una campaña política, en donde en vez de recibir despensas, se recibe un mega sueldo; en vez de cachucha, una caja chica propia y, en vez de torta, la posibilidad de ascender con toda impunidad dentro de la institución. Las playeras obviamente dicen “Lola para Rectoría”, y las portarán bajo sus trajes y corbata. Quienes no hayan recibido la “invitación” a votar por el sistema, son los que desde ya, deben de empezar a buscar su regreso a sus clases y no poder asistir en el futuro a esas elegantes cenas privadas con costo a la UASLP.
Manuel y Lola están desesperados por apresurar las cosas, no entendieron que en la actualidad, con toda la tecnología, es muy difícil ocultar oscuros manejos. Su principal miedo son las verdades que están saliendo a la luz día con día, algunas de índole económico, por el tema del nepotismo y desvío de recursos, y otros con temas que ya son del orden judicial, como el caso de la maestra Emma, de la Facultad de Derecho, y el ocultamiento del abuso sexual, encubierto de asquerosa manera y que, desde luego, no se puede creer que la futura rectora no tuviera conocimiento.
Son los medios de comunicación, ahora al alcance de todos desde un celular, los que están siendo culpados por dar cuenta de las atrocidades que se han conocido, dejando la pregunta a universitarios y ciudadanía: ¿Qué más porquerías no sabemos que han hecho? Las autoridades, no, los verdaderos universitarios se sienten ofendidos por esta “intromisión” a la vida universitaria y a la autonomía, cuando en realidad sólo están cumpliendo con la labor de informar.
El 1 de abril, a pesar de la contingencia existente, se marcará un hito en la historia universitaria como nunca, que únicamente tiene dos puertas: un cambio hacia una universidad transparente, respetuosa y dedicada a la labor que toda universidad pública tiene, con la oportunidad de mejorarse a sí misma, o la funesta continuidad de la corrupción emanada desde la Facultad del Hábitat, con la complicidad de su abogado general y su secretario de Finanzas.
El destino de más de 40 mil universitarios, en manos de 56 miembros del consejo, se suponen racionales y honestos, pero algunos convencidos y otros intimidados SÓLO POR DOS: Lola Lastras y Manuel Villar. Si el voto es secreto ¿A qué le temen?, si el voto es abierto ¿A qué le temen? Cuando secretamente desean ya no ser esclavos en ceremonias dignas de la realeza más rancia del planeta. Pueden por fin hacer sentir a sus facultades, a sus representados, con la confianza recuperada en un mejor futuro en la academia y su centro de trabajo. Que cada quién con su esfuerzo a punta de trabajo, experiencia y actualización, merezca lo que deba de tener y dejar de ver como verdaderos inexpertos, por ser diplomáticos, ascienden por ser muy buenos pisando a los de abajo, traicionando a los de a un lado y llenando de elogios a los de arriba. Hace mucho tiempo que en la UASLP son contados los que, honestamente, han logrado lo que tienen y son fácilmente reconocibles por el respeto académico, humano y laboral de todos los integrantes de la Universidad.
Las intrigas ya se elaboraron para la continuidad en el poder, queda a los universitarios ver un cambio, quedarse a merced del Hábitat y sus cómplices o manifestarse abiertamente, cual es su derecho, por una evolución hacia la honestidad y el desarrollo intelectual. Háganse la pregunta: ¿De verdad quedarán conformes con lo mismo, disfrazado por una alternancia que continuará enterrando a quienes expresan sus ideas?
MAZ