Antonio González Vázquez
Las comunidades indígenas asentadas en el municipio de la capital tienen claro que el alcalde Xavier Nava Palacios no es un servidor público indigenista, por el contrario, lo señalan de actuar como un “Virrey”, como un “encomendero” en tiempos de la Colonia Española.
Al alcalde capitalino lo ven como el Señor que administra su “Señorío”, un territorio en el que sólo su palabra resuena, donde se cumple su orden y mandato, así sea pasando por encima de los derechos y de la dignidad de los demás.
En el curso de la administración municipal, se han presentado diversas muestras de abuso sobre la población indígena que han concitado tanta indignación como repulsa pues se han cebado sobre el sector más vulnerable e indefenso.
Inexplicablemente, el Gobierno Municipal, a través de la Dirección de Comercio y de sus inspectores, la ha tomado contra una comunidad históricamente víctima de toda clase de excesos y de un desprecio ancestral.
Los calificativos al presidente municipal no resultan de una simple ocurrencia sino de la memoria imborrable de una comunidad a la que desde el poder público se le percibe como un estorbo.
Alguien que aspira a convertirse en gobernador del estado no debería pisotear la dignidad de una comunidad que existe, que es real y está conformada por hombres y mujeres de carne y hueso. Viven en la capital y tienen los mismos derechos que el resto de la población.
El alcalde está obligado a tratar a los indígenas con respeto y en términos de igualdad como lo obliga la ley, pero como no lo ha hecho así, las comunidades indígenas se refieren a él como un gobernante “arrogante”, “soberbio” y “autoritario”, además de “represor”. Es su voz y debería ser escuchada aunque al edil no le agrade.
Maltratar abusivamente a una vendedora de flores es inaudito, muestra el talante de una autoridad sin escrúpulos.
Este espacio comparte el manifiesto que en redes sociales se hizo público el pasado día 5 de septiembre, al conmemorarse el Día Internacional de la Mujer Indígena. Lo suscriben miembros de la comunidad Mixteca Baja, Náhuatl y Mazahua.
A los MEDIOS DE COMUNICACIÓN y LA OPINIÓN PÚBLICA
Comunicado de las mujeres indígenas libres de la comunidad Mixteca Baja, Náhuatl y Mazahua.
Hoy 5 de septiembre dicen que es Día internacional de la mujer indígena.
En México y en San Luis Potosí aún se respiran tiempos de conquista y de Colonia.
La discriminación, el racismo, la exclusión, el despojo, la violencia de todo tipo contra la población indígena y en particular contra nosotras las mujeres y niñas indígenas es inquisitoria.
Si eres mujer, pobre e indígena estas condenada a sufrir vejaciones, porque ante la mirada del gobernante, del funcionario, del empoderado hombre o mujer que se siente conquistador o colonizador en tierra ajena, eres nada.
Es indignante que a lo largo de siglos prevalezcan estas visiones y prácticas de encomenderos, de mentirosos gobernantes.
En San Luis somos el 4 lugar en femenicidios, y el primer cuadro de la ciudad se ha convertido en tierra prohibida, en el casco de la hacienda que un mediocre y sus vasallos o siervos, sienten patrimonio histórico de unos cuantos. A diario los encomenderos persiguen a las mujeres indígenas mazahuas, triqui, Mixteca baja, nahuas, tenek, purepechas, otomies, que buscan su sustento vendiendo su arte, miel, flores, porque no somos ladronas o vividoras.
Somos gente digna que trabaja para vivir. No vivimos del tributo, ni de la avaricia política que les distingue a los servidores del reino de la mentira y el abuso de poder, que vive en un palacio que es del pueblo.
Vienen y van por los templos de los nuevos oidores personajes de derechos humanos ,del CEAAV, que sólo son cómplices de mirada pasiva y falsa voz. Que no defiende nada y ahora busca nuevo encargo.
El encomendero X, Nava siguiendo la tradición de la mezquindad, no respeta queja, recomendaciones, sentencias y reclamos. Ahora hasta un impuesto sumiso y falso director de asuntos indígenas, como renegado inculpa a mujeres indígenas violentadas por inspectores violentos, abriéndonos, proceso ante su señoría el fiscal, que ante las activistas inocentes de los hechos del Congreso y las mujeres indígenas es cruel y ante el hampa un cobarde.
El Virrey X. Nava se ensaña enseñorado contra las comunidades indígenas Mixteca Baja y Mazahua por alzar su voz y reclamo, les ataca y haciendo oído sordo solo mira a su Dios el poder y el dinero.
Un juicio político reclamamos las y los indígenas, y pronto el señorito Virrey manda a su Corte a que levanten dedo y lo exculpen, envía a sus escribanas desde un pulso cortesano a mentir y difamar al que supone casi su esclavo. Porque aún a estas fechas hay gente que se le olvida el compromiso con la verdad y la justicia.
A X. Nava se le olvida que es humano. Se le olvida que es empleado. Que tiene fecha de caducidad. Él es el claro ejemplo del gobernante anacrónico y misógino que nos ve a las mujeres indígenas como objeto y no como sujeto de derechos.
Así en San Luis y México aún las mujeres indígenas enfrentamos la cobardía de una nación que se dice pluriétnica y diversa pero que es todo lo contrario. Es sólo un discurso de palabras que busca bañar de pureza la masacre que aún vivimos en nuestras tierras, país y en nuestros cuerpos.
Pero pese a todo no estamos vencidas. Continuamos en cada paso levantando frente para recordarles que está es nuestra tierra, que no somos tierra de conquista, que tenemos derechos por que los hemos conquistado, y seguiremos luchando contra el cobarde hasta que la dignidad se haga justicia.
Atentamente DIA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES INDÍGENAS.