Ciudad de México (02 de noviembre de 2015).- La mayoría de las personas, antes de acostarse en la cama y disfrutar de una buena noche, se dirigen a su baño con hermosa luz artificial, y lavan sus dientes viéndose frente al espejo.
Según la ciencia, no deberíamos de hacer esto, pues al momento de exponernos a la luz artificial brillante justo antes de ir a la cama, le estamos mandando un mensaje a nuestro cuerpo y cerebro, asegurando que es la hora de despertar en lugar de tiempo de relajarse.
“El sueño es la conducta más importante en la rutina del ser humano. El 36% de nuestra vida se gastará para dormir”, afirmó Rusell Foster, de la Universidad de Oxford en el Reino Unido.
El estudio, publicado en The Telegraph, explica cómo confundimos a nuestros cuerpos, sobre todo en invierno, cuando los días son más cortos, debido a nuestra dependencia total en las luces eléctricas. Las expectativas naturales de nuestro cuerpo son las de estar rodeado de luz muy brillante dentro del día, y posteriormente, envolverse en una oscuridad relativa durante la noche; sin embargo, vivimos y trabajamos en edificios donde hasta en el exterior hay luz artificial funcionando durante todo el día y la noche, causando consecuencias con un impacto negativo en el sueño.
Las consecuencias podrían ser peores; un estudio realizado por científicos de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, encontró que las interrupciones de los ritmos biológicos y estacionales normales debido al uso excesivo de la iluminación eléctrica y control de temperatura artificiales aumentan los riesgos en términos de morbilidad y mortalidad.
Entonces, ¿Cuál es la solución? Es realmente importante salir a la calle, sobre todo en la mañana para restablecer el reloj biológico, en otras palabras, exponerse a algo del brillo máximo de luz natural durante el día, y al final de este, bajar las luces, así como evitar el café, y tratar de no usar dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes y tabletas, sobre todo en la cama.
Y por último, tratar de cepillarse los dientes en la oscuridad.
Fuente: Muy Interesante.