Por: Diana López.
En Astrolabio.com.mx te presentamos hace poco más de un mes una entrevista acerca de un grupo de pequeños que no rebasaban los 15 años: los ChaBots, amantes de la robótica y la programación y cuya dedicación, empeño y talento los había llevado a ganar el primer lugar a nivel nacional en un concurso de robótica, otorgándoles el pase para la competencia internacional denominada Robocup y cuya sede sería China.
Ahora, a 10 días de su regreso, y con un merecido segundo lugar obtenido en una de las categorías de la competencia, Astrolabio Noticias se entrevistó con Rodrigo Molina, profesor orgulloso que acompañó a Diego, Toño, Yoalli y Erick en un viaje lleno de conocimientos, experiencia y sobre todo, aprendizaje para él y los pequeños competidores que volvieron con toda la energía y disposición de seguir en la competencia que, el año que viene, se llevará a cabo en Alemania.
Siguiente parada… Shanghái.
Rodrigo cuenta que afortunadamente pudieron completar los recursos económicos que se necesitaban para realizar el viaje, gracias al apoyo de Fondeadora y a los padres de los chicos, que terminaron de aportar el resto del dinero.
La aventura dio inicio el 14 de julio por la mañana, en un viaje de poco más de 20 horas que arrastró también algunos detalles de vuelos y documentación.
Así, con un viaje largo y perdiendo un día por las diferencias horarias, el equipo potosino arribó a la ciudad de Shanghái, donde después de tomar autobús y un par de trenes, se encontraron con personas pertenecientes a Robocup que los terminaron de guiar a su destino.
“Los chicos conocieron una cultura completamente diferente; convivieron con gente de otros países. Estaban Japón, Singapur, China, Alemania, Portugal, Uruguay, Canadá, Estados Unidos… era una mezcla muy padre que permitió hacer una convivencia muy amena. Los niños estuvieron presionados, pero felices”.
La adrenalina del concurso inició con el primer día de registro de equipos. El segundo correspondió a pruebas de los robots con los que iban a participar, para dar paso a tres días llenos de competencia.
La categoría de los ChaBots fue la llamada primary, que se llevó a cabo en el Olympic Sport Center de la ciudad de Shanghái.
Dentro de la primera etapa, compitieron contra nacionalidades alemanas, chinas, japonesas y coreanas. “Son chicos con un nivel muy alto”, dice Rodrigo; “la primer etapa fue individual y no les fue tan bien. Durante la segunda hicieron equipo con Japón, Portugal y Singapur, que fue donde sacaron el segundo lugar”.
El robot con el que participaron fue construido por el equipo potosino en dos meses, e involucró diseño 3D, circuitos electrónicos, aspectos de programación más avanzada. Todo, conjuntándose en un robot que jugara futbol, justo la mecánica con la cual ganaron el primer lugar nacional.
“Aprendieron muchas cosas, pero eso mismo provocó que hubiera algunos problemas durante la competencia; era la primera vez que trabajaban con algo de ese tipo. Sin embargo, sacaron las cosas adelante y lo hicieron bien. Sé que para la próxima lo harán todavía mejor”, comenta su profesor.
No obstante, el ánimo de los pequeños luego del viaje no ha decaído. El entusiasmo los acompañó de regreso a San Luis Potosí. Observaron el trabajo de otros equipos, y ya se dieron una idea de cómo comenzar a trabajar para las competencias del siguiente año.
“Nos dieron las sedes de Robocup para los años siguientes: el que viene será en Alemania, para el 2017 le toca a Japón; la del 2018 aún está por definirse, y en 2019 será en Australia. Pero ellos ya están puestísimos para viajar a Alemania”.
Rodrigo señala que la competencia, dentro de todo es ligera, pues se presta la convivencia y la retroalimentación entre los participantes, lo cual ayudó mucho a los ChaBots, quienes tomaron muchas ideas de lo que observaron en los demás equipos; “los chavitos son muy listos y súper sociables. Casi todos tienen un inglés muy fluido, por lo que no batallaron para comunicarse con los demás. Interactuaron bastante bien con el resto de los competidores”, detalla.
“Los orientales fueron los que se llevaron los primeros lugares. Su nivel es muy alto, son una competencia bastante fuerte, aunque en otras categorías les dieron batalla países como Canadá”.
Sin embargo, y después de todo, comenta Rodrigo, obtuvieron un segundo lugar a nivel internacional. Ningún otro equipo en San Luis había concursado en Robocup.
Luego de las competencias, los potosinos permanecieron dos noches más en Shanghái, con el objetivo de que los ChaBots conocieran un poco la ciudad que recibió a este talentoso grupo. Visitaron el Templo de Buda, el Zoológico de Shanghái, el Fake Market, caminaron por las calles de la ciudad y tuvieron oportunidad de conocer el M&M’s World, así como la People Square (Plaza del pueblo), antes de regresar a su ciudad natal.
De vuelta a la tierra de las tunas y el nopal.
Para Rodrigo, este fue un viaje que les dejó varios aprendizajes:
“Para empezar, tenemos la cuestión del financiamiento. La Federación Mexicana de Robótica no te provee del apoyo necesario para viajar a este tipo de concursos. Por lo general, son 10 equipos mexicanos los que pasan a diversas categorías internacionales, y todos se enfrentan a la misma situación. La FMR otorga una ‘beca’ para que los concursantes puedan viajar. Pero prácticamente es una burla. El apoyo es de dos mil pesos. Con eso ni siquiera pagábamos los boletos para Querétaro. Además, nunca nos la dieron”.
Rodrigo espera que el dinero de la Federación no se esté desviando, pues ellos tienen el poder de gestionar recursos y enviar cómo se debe a los ganadores a concursos internacionales.
“El caso es que te pones las pilas, o te quedas y no vas a concursar”.
El profesor agradece el apoyo que obtuvieron a través de la campaña Fondeadora (por medio de Internet) y el que recibieron por parte de los papás de los niños. Sin embargo, comenta que tiene conocimiento de equipos mexicanos que no han podido competir en los internacionales debido a la falta de recursos económicos.
“El año pasado, los veracruzanos obtuvieron el pase para Robocup, que se celebró en Brasil; pero del equipo de cuatro, sólo dos pudieron ir, pagando todo por su cuenta y endeudándose hasta más no poder; entonces pasa que los concursantes están tan preocupados por conseguir el recurso para viajar que pierden el hilo de lo que debería de ocupar su mente, que es crear un buen proyecto para competir”.
Para Rodrigo, pensar en atravesar por la misma situación que la de este año es pesado, pero asegura que si se tiene qué hacer, lo harán, aunque planean buscar una mejor estrategia para conseguir recursos.
El “boom” de la robótica en México.
“A nivel México, esto se está volviendo muy fuerte”, comenta Rodrigo, “el talento en México existe. Creo que las competencias de robótica se prestan mucho porque es algo que te alienta a hacer las cosas; de contar con dinero, logras cosas muy padres, pero igual no es tan necesario. Puedes sacar las cosas de cacharros viejos o apasionarte por un proyecto hasta ahorrar lo suficiente para llevarlo a cabo”.
“La robótica es algo que premia mucho el ingenio, y a nosotros los mexicanos es lo que nos sobra. Pienso que muchos nos sentimos desafiados en este tipo de torneo y llevamos de gane el ingenio, que es algo que les hace falta a muchos países”.
Hay “ChaBots” para rato.
Yoalli, Toño, Erick y Diego continuarán por el momento sus estudios dentro de “Intelirobot”. Sin embargo, la competencia del año que viene no podrán llevarla a cabo como el equipo que han sido hasta ahora, pues Yoalli cumplirá 15 años el próximo mes y estará en edad para ser parte de la siguiente categoría, lo que no es un obstáculo, pues ya planean reunirse cuando el resto tenga la edad suficiente para estar juntos de nuevo compitiendo.
“Todo esto los alienta”, indica Rodrigo, “no es lo mismo para ellos ganar un torneo mexicano. Ellos dicen que no se perdonan no ganar el nacional del año que viene. Para ellos es obligatorio”.
Los ChaBots ya están pensando y enfocándose en crear un robot que supere el delos alemanes, japoneses o chinos.
Y su maestro finaliza:
“Quieren ganarle tiempo al tiempo y prepararse con anticipación. Para ellos fue muy padre competir contra los mejores del mundo… Y ellos ya son parte de los mejores del mundo.
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