Abelardo Medellín
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona sabía que el perfil de Rafael Aguilar Fuentes, “El Chiquilín”, no era el adecuado para ser director del Archivo Histórico del Estado, sin embargo lo colocó al frente por ser su “amigo” y su “golpeador”, dijo en entrevista el analista político Eduardo Martínez Benavente.
Según el analista, luego de que se anunció el nombramiento de Aguilar Fuentes al frente del Archivo Histórico del Estado, se esperaba que este redujera su ánimo protagónico; cosa que no pasó.
De acuerdo con Martínez Benavente, debido a las declaraciones controversiales y posicionamientos de expertos contra el nombramiento de Rafael Aguilar, cabe la posibilidad que el gobernador Ricardo Gallardo “le vaya a prohibir abrir el pico”.
Sobre la visita que realizó el presidente del Colegio de San Luis, David Vázquez Salguero, al Archivo Histórico el día de ayer, Eduardo Martínez opinó quen no era necesaria la forma en que “El Chiquilín” formó a los trabajadores del archivo para recibir al académico.
“Era una visita protocolaria, en la que se vio que este señor del Colegio de San Luis hizo un esfuerzo por coincidir con el gobernador del estado, pero era una visita no tan necesaria en este momento, esto es un asunto que va a ser tema para criticar al gobernador y también al Chiquilín”, dijo el analista.
Martínez Benavente habló por igual de la carta firmada por más de 180 integrantes del gremio historiográfico, que fue entregada ayer al gobernador Gallardo Cardona, en la que señalan la importancia que tiene el Archivo Histórico Estatal y la necesidad de que el cargo directivo lo lleve una persona con trayectoria en este ámbito.
Según el analista, a esta carta dirigida al gobernador le “faltó fuerza y le faltó valor (…). Es un documento mesurado, inclusive amable con el propio gobernador, lo que ellos tratan de convencer, es que esa posición la ocupe uno de los tantos intelectuales que tenemos en San Luis”.
Luego de que la carta fuera enviada al gobernador y difundida en medios, la mañana de este martes, Rafael Aguilar respondió a este desplegado y dijo que los historiadores de otras partes del país que habían firmado la carta habían sido “engañados”.
Sobre las descalificaciones de Aguilar Fuentes, Martínez Benavente comentó:
“No creo que hayan sido engañados, más bien, muchas de las firmas son de investigadores de otros estados de la República y extranjeros, que podrían no estar muy bien informados de lo que está ocurriendo en San Luis y de las características del director, pero son personas muy inteligentes que, si les dices con pocas palabras que en el Archivo Histórico hay una persona que no tiene ni remotamente las características para dirigirlo, pues por solidaridad firma el documento, pero no creo que hayan sido engañados”.
El analista potosino señaló que es tan mesurado el documento enviado al gobernador, que los investigadores en realidad solo señalan cuáles deberían ser las características o méritos que debería tener el director de un Archivo Histórico; “no hay ofensa directa, con excepción de que no reúne los requisitos, pero no hay una ofensa”, sentenció.
Eduardo Martínez comentó que varios de los ex directores del Archivo Histórico han expresado sentirse ofendidos por el nombramiento de Rafael Aguilar al frente de esta institución.
“¿Qué caso tenía ofenderlos?, si llega una administración en que el primer compromiso es evitar estos confrontamientos, anunciar una y otra vez que se acabaron los chairos y fifis; no sabemos cómo vaya a reaccionar el gobernador”, reiteró.
Martínez Benavente dijo que el jefe del ejecutivo pudo haberle dado a Rafael Aguilar un puesto o un trabajo más acorde con su experiencia en el activismo; “una persona como él tan activa se va a aburrir en un Archivo Histórico (…), pero bueno, es parte del folklor de esta administración”, sentenció el analista.
De igual forma, señaló que no hay forma de “sugerir o imaginar” qué es lo que debería de hacer Gallardo Cardona con el tema del Archivo Histórico.
“No sé a quién le haga caso [Ricardo Gallardo] o a quién le tome un consejo, no veo a ninguno de sus colaboradores que tengan la influencia necesaria como para decirle que se equivocó o que no diga algo, es un gobernador con mucha autonomía y pues dueño de todo lo que hace o dice”, finalizó el analista.