Estados Unidos (11 de julio de 2016).- El agua es un requisito de la vida en la Tierra, pero en el satélite más grande de Saturno, Titán, la vida podría existir traspasando los límites de la química basada en el agua, de acuerdo con un nuevo estudio de científicos de la Universidad de Cornell.
Según la última edición de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, publicada el 4 de julio, los investigadores estudian la presencia de ácido cianhídrico (HCN) en la atmósfera del planeta, y especulan con que podría convertirse en una posible clave química prebiótica.
Estudios anteriores indicaron que, en la superficie de Titán, el HCN puede reaccionar para formar cadenas largas, o polímeros, uno de los cuales se llama poliamina.
Ahora mediante el uso de los modelos informáticos y los datos recogidos por la misión Cassini y Huygens de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), los investigadores han puesto de manifiesto que, en condiciones ambientales frías como las de Titán, la poliamina es flexible y puede absorber la energía del sol y transformarse en un catalizador posible para la vida.
Titán es un lugar muy frío. En la superficie, en lugar de agua, está lleno de etano y metano líquido. Su atmósfera densa, una neblina amarilla, está repleta de nitrógeno y metano. Cuando la luz del sol incide en esta atmósfera tóxica, la reacción produce ácido cianhídrico.
“Estamos acostumbrados a nuestras propias condiciones aquí en la Tierra. Nuestra experiencia científica está a temperatura ambiente y bajo condiciones ambientales. Titán es una bestia completamente diferente”, dijo Martin Rahm, investigador de Cornell y director del estudio.
“Así que si pensamos en términos biológicos, probablemente nos veremos en un callejón sin salida”, apuntó.
Aún así, Titán y la Tierra tienen rasgos importantes en común. A pesar de su clima aparentemente inhóspito, en Titán hay rasgos parecidos a los de la Tierra, como lagos, ríos y mares. Estos líquidos caen en forma de lluvia y afectan la geología a través de la erosión.
“Este trabajo es un punto de partida, ya que estamos buscando la química prebiótica en condiciones diferentes de las de la Tierra”, dijo Rahm, “Tenemos que seguir examinándola, para entender cómo evoluciona la química con el tiempo. Lo consideramos una preparación para una exploración más profunda”.
Fuente: Sin Embargo.