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El muro de Trump no solo impedirá el paso de seres humanos por la frontera. También podría detener el camino de cualquier ser que ande, repte, se arrastre, nade y hasta vuele en los lugares donde se pretende construir el gran muro.
Investigadores y protectores del medio ambiente tanto en México como en Estados Unidos advierten, desde que el muro fue anunciado por Trump, de los efectos que esta barrera podría traer en espacios de continuidad ambiental y paso de especies como playas, ciudades y desiertos fronterizos.
Scott Nicol, integrante del Equipo de Tierras Fronterizas de Sierra Club, una de las mayores organizaciones ambientalistas del mundo, cuenta a RT que los tramos de muro que han sido construidos con anterioridad ya han tenido fuertes impactos ambientales sobre los animales, el agua, el paisaje y los seres humanos a lo largo de su historia.
Nicol detalla que las barreras antimigración ya existentes afectan a las recargas y el flujo del agua; en particular en lugares como Nogales, Sonora.
Además, toda la zona ribereña del Río Grande o Bravo es afectada en sus recargas.
El diario británico ‘The Independent‘ recalca que factores relacionados directamente con el muro, como la elaboración del cemento requerido para su construcción (1,9 millones de toneladas) o los enfrascamientos de tránsito que la valla ya genera, provocarían un aumento de las emisiones de dióxido de carbono.
Especies en peligro
De acuerdo con la Acta de Especies de Peligro, cualquier proyecto de construcción permitido por cualquier agencia federal necesita la evaluación del Servicio de Vida Salvaje y Pesca de los Estados Unidos.
La revista de noticias para deportes de aventuras ‘Outside‘ publicó un reportaje donde consulta al mencionado servicio, el cual publicó un informe en el que alerta que el muro “tendrá un impacto potencial” sobre 111 especies en peligro de Estados Unidos, 108 especies de aves migratorias, cuatro refugios de vida animal, criaderos de pesca y un número indeterminado de humedales protegidos.
Sin embargo, Gerardo Ceballos, un investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, eleva hasta 800 la cifra de especies afectadas.
De acuerdo con el diario mexicano ‘Excelsior‘, los efectos del lado mexicano de la frontera también serían graves, ya que especies como el oso negro, el puma y el ocelote mexicano estarían en peligro.
Además, la reserva forestal y de agua de Ajos Bavispe, en Sonora, se encuentra bajo peligro debido a que ya no tiene un marco legal de protección ambiental que la pueda defender del muro fronterizo.
Un reportaje de la BBC explica que los animales llevan cruzando por este lugar desde hace entre 3 y 20 millones de años, y que una barrera física alteraría dramáticamente su situación.
Algunos de los animales más representativos son el jaguar, las pocas docenas existentes de lobo gris, manatíes que viven en las áreas bajas de las playas del golfo de México, donde también sería construido el muro, e inclusive podrían ser afectados el icónico correcaminos y el animal nacional estadounidense, el águila calva, que, aunque pueda volar ampliamente sobre el muro, vería afectados su hábitat y reproducción.
Peligro para ‘El Jefe’
Hay solo un ejemplar de jaguar que puede llamar a los Estados Unidos su hábitat: El Jefe. Este ejemplar, ampliamente estudiado, fue filmado exactamente hace un año en Arizona, según ‘Outside’.
“Es el único jaguar de Estados Unidos, algo más común en Centroamérica y México, al igual que el lobo de Arizona; el muro corta su hábitat y así enfrenta la extinción”, dice Scott Nicol.
Los jaguares son animales solitarios y de amplios territorios. Solo toleran a otros especímenes cuando están en época de reproducción. La única esperanza de que el jaguar estadounidense se perpetúe es que alguna hembra de Sonora vaya a su territorio o él se adentre a México para aparearse.
Trump y el medio ambiente
Nicol piensa que el peligro ambiental de la frontera y el muro es solo uno de los temas que se suman al modo en el que Trump mira al medio ambiente.
La reactivación de los estudios de los proyectos de ductos como el DALP contra el que luchan los sioux, que podría afectar potencialmente el agua del río Misuri, así como sus aseveraciones sobre la necesidad de cavar y extraer petróleo, también causan preocupación.
La postura de Donald Trump sobre el cambio climático, según Nicol, también deja mucho que desear.
“La única forma de parar el muro es que Trump se vuelva tan impopular que el Congreso termine no dándole el dinero para construirlo”, afirma el integrante de Sierra Club.
Al-Dabi Olvera