Cineastas ganan demanda por plagio del Gobierno del Estado

  • Organizadores del Festival Internacional de Cine de San Luis Potosí ganaron una demanda por plagio al Gobierno del Estado.

Angélica Campillo

El representante legal del Festival Internacional de Cine de San Luis Potosí, Hafid Soto Sánchez, relató a Astrolabio que este evento fue creado en el año 2012 por Omar Miguel Esparza Velducea, quien hasta fecha continúa desempeñándose como el director del mismo, con el fin de tener una plataforma en la entidad, donde se le diera impulso y apoyo tanto a los cineastas, como a toda la comunidad que está inmersa en el cine.

Recordó que en aquel momento el Festival no contaba con mucho renombre, ya que en San Luis Potosí el apoyo para este rubro es nulo, sin embargo, fue creciendo gracias al equipo que lo conformaba; lo que se conseguía del Gobierno del Estado era apoyo en la cuestión de espacios para la proyección de cintas, como la Cineteca Alameda o el Centro de las Artes, más no existía un patrocinio como tal.

El abogado apuntó que al iniciar el sexenio del gobernador Juan Manuel Carreras López, a la dirección del Centro de las Artes entró Laura Elena González y trataron de crear un evento de cine, el cual, desde años anteriores, los organizadores del Festival Internacional de Cine de San Luis Potosí ya se lo habían planteado al Gobierno del Estado, sin tener éxito.

Señaló que, la directora del Centro de las Artes les hizo creer a los cineastas que iba a haber apoyo hacia el Festival Internacional de Cine y que tratarían de colaborar de forma conjunta para poder llegar a crear un evento de renombre, como el de Morelia o Guadalajara.

Comentó que, tiempo después, Omar Esparza se dio cuenta de que realmente el Gobierno del Estado lo que buscaba era simplemente tener el proyecto, pero sin incluir a los creadores del evento. Posteriormente, se puso en contacto con los funcionarios del Centro de las Artes y les explicó que el Festival Internacional de Cine de San Luis Potosí ya era una marca registrada desde el año 2014, por lo que no podían utilizar el nombre para su evento porque iba a haber una violación.

Aseguró que, en ese entonces los funcionarios de Gobierno le manifestaron al director del Festival que iban a crear algo diferente y en septiembre del año 2016, lanzaron el evento denominado Fiesta Internacional del Cine en San Luis Potosí, en el que únicamente reemplazaron la palabra “Festival” por “Fiesta” y todo lo demás fue igual.

Mencionó que, para la realización de su evento, el Gobierno del Estado trajo a dos personas que fueron punto clave en la Fiesta Internacional del Cine: Carlos Sosa, quien en ese momento era el director de la Casa del Cine en la Ciudad de México y a Eva Sangiorgi, quien se desempeñaba como directora del Festival Internacional de Cine de la UNAM. Los cineastas cuestionaron por qué traer a personas de la Ciudad de México a dirigir un evento para los potosinos.

El abogado refirió que, fue en el año 2017 cuando lo contactó Omar Esparza Velducea para ver qué se podía hacer al respecto, y al estudiar y analizar el caso, concluyó que tenían que demandar por la similitud que había entre las marcas.

Explicó que, solicitaron ante el portal de Transparencia toda la información de ese evento y ahí descubrieron que la Fiesta Internacional del Cine en San Luis Potosí en el 2016, fue financiada con una donación de Banorte de 3 millones 519 mil 727 pesos; agregó que, hubo transferencias que realizó la Secretaría de Cultura para una Asociación llamada San Cinema A. C., en la que Carlos Sosa tiene injerencia, por lo que aseveró que llama la atención que si el apoyo llegó para la Secretaría de Cultura, no se tendrían que haber hecho transferencias a dicha Asociación.

El representante legal comentó que, el Festival Internacional de Cine de San Luis Potosí tuvo un panorama completamente negro, porque cuando trataron de realizar la edición de ese año, al buscar promotores y empresas que los patrocinaran, estos los rechazaron porque ya sabían de la existencia del evento organizado por el Gobierno del Estado. Aún así, refirió que en el 2016 sí se llevó a cabo el Festival, pero quedó opacado, con poca atención y poco patrocinio.

En ese contexto, manifestó que primero demandaron a Carlos Sosa por el uso de la marca, sin embargo, en su contestación se “lavó las manos” al señalar que el Centro de las Artes lo contrató como prestador de servicios, mas no fue él quien creó el evento. Dijo que esa situación los ayudó para saber contra quién dirigir la demanda.

Indicó que el 13 de febrero de 2018 presentaron una solicitud de infracción administrativa en materia de Propiedad Industrial, ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), pero ahora contra el Centro de las Artes.

Posteriormente, se entrevistaron con la entonces directora del recinto, Laura Elena González, quien les comentó que por lo pronto los apoyarían para la edición del Festival de 2018, pero al final de cuentas todo quedó en palabras y no se llegó a ningún acuerdo.

Expuso que, en enero de 2019, el IMPI emitió una sentencia en la que decretó que no había similitud entre las marcas, por lo que en abril de 2019 acudieron a la Sala Especializada de Propiedad Intelectual del Tribunal de Justicia Administrativa Federal, para presentar una demanda de nulidad, en busca de anular la sentencia que emitió el IMPI.

El 30 de octubre de 2019, la Sala Especializada decretó que la sentencia del IMPI fue mal fundamentada y existió violación por parte del Centro de las Artes, ya que las marcas sí se parecen y causan confusión.

En enero de 2020 el Centro de las Artes promovió un amparo ante los Tribunales Colegiados Federales, para tratar de “tirar” la sentencia de la Sala Especializada. Sin embargo, en noviembre de 2020, el Décimo octavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México les notificó que le fue negado el amparo al Centro de las Artes y desechó el recurso del IMPI.

El representante legal indicó que, a finales de noviembre, los buscó el secretario de Cultura, Armando Herrera y Eudoro Fonseca, actual director del Centro de las Artes, para dialogar sobre el asunto y ver si podían llegar a un acuerdo; incluso les pidieron oportunidad de tener el presupuesto de 2021 para saber con cuánto los podían indemnizar.

Añadió que, en febrero de este año se entrevistaron con Eudoro Fonseca, quien les manifestó que no tenían dinero para pagarles, ya que tenían muchas deudas en el Centro de las Artes desde el 2020.

Acusó que, lo único que hicieron los funcionarios fue ganar tiempo, con el fin de que termine este sexenio y dejarle el problema a la próxima administración, “la demanda es contra el Centro de las Artes, a final de cuentas llegue quien llegue va a tener que responder. Nos hicieron perder mucho tiempo y nos tuvieron esperanzados a que podíamos llegar a un acuerdo y al final no quedamos en nada. Nos molestamos bastante por su forma de manejarlo y simplemente engañarnos”.

El 30 de abril de 2021 quedó firme la resolución de la Sala Especializada de Propiedad Intelectual del Tribunal de Justicia Administrativa Federal, en la cual declara que efectivamente el Centro de las Artes es culpable y tiene que recibir una sanción.

Los cineastas están esperando a que el IMPI emita una nueva sentencia, en la cual declare la culpabilidad del Centro de las Artes, situación que podría ocurrir dentro de dos meses más, para así demandar por la vía civil y solicitar los daños y perjuicios. Los afectados están pidiendo una indemnización, como lo marca la Ley, de mínimo el 40 por ciento de lo que costó la Fiesta Internacional del Cine en San Luis Potosí.

Aseveró que, a través de las acciones legales que emprendieron desde el 2018, se desenmascararon muchos intereses por parte de los funcionarios de alto rango de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí. Por ejemplo, destacó que el potosino Enrique Márquez Jaramillo, funcionario que trabajaba con Marcelo Ebrard, y muy amigo y colaborador de Laura Elena, la entonces directora del Centro de las Artes, es con quien se buscó el apoyo para el evento y a través de él consiguieron la donación de Banorte.

Resaltó que, la hija de Enrique Márquez, es la cineasta Alejandra Márquez Abella, directora de varias películas, y dentro de la Fiesta Internacional del Cine en San Luis Potosí se presentó todo su material, tomándolo como su evento propio.

Finalmente, señaló que, a pesar de todos los obstáculos, el Festival Internacional de Cine de San Luis Potosí se ha abierto camino y continúa avanzando e incluso en noviembre de este año se llevará a cabo la novena edición.

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