Clinton hace historia: Es oficialmente, candidata a la Casa Blanca

 

Philadelphia, Estados Unidos (27 de julio de 2016).- El Partido Demócrata designó ayer a Hillary Rodham Clinton como candidata presidencial luego de que el senador Bernard Sanders propusiera que fuese por aclamación.

Los demócratas rompieron así un “techo de cristal”, tan simbólico como importante, y convirtieron a Hillary Clinton como la primera mujer nominada a la Presidencia por un partido mayor en Estados Unidos.

La propuesta de Sanders fue un poderoso mensaje de unidad un día después de que la Convención Nacional Demócrata mostrara signos de división.

Pero no pudo evitar que decenas de personas con letreros de apoyo a Sanders salieran del recinto en protesta. Algunas de ellas, tal vez medio centenar, se dirigieron al área de prensa para expresar su descontento con el proceso de selección.

Sanders habló casi al final del evento, cuando tocó el turno de su estado de Vermont, al que representa en el Senado, para emitir su voto.

“Propongo que todos los votos emitidos por delegados sean reflejados en el registro oficial y propongo que Hillary Rodham Clinton sea elegida como la nominada del Partido Demócrata para presidenta de Estados Unidos”,
apuntó.

La presidenta de la convención, la diputada Marcia Fudge, consignó de inmediato la propuesta de Sanders y pidió un voto de voz. “Sí”, respondió la multitud; “no”, respondió un coro más pequeño… “Los sí ganan”, declaró Fudge en medio de ovaciones.

La postura de Sanders fue un formidable respaldo a Rodham Clinton, luego de una dura campaña de selección de candidatos y demandas de cambios en el proceso y en la plataforma del partido.

Durante la mañana trascendió que había acercamientos hacia Sanders para que fortaleciera los llamados de unidad y terminara con las expresiones que se temía mostraran un partido dividido.

Algunas voces de partidarios de Bernie Sanders se dejaron escuchar, pero había también una creciente expresión de respaldo a Clinton, al menos públicamente, como hizo el propio Sanders la noche del lunes.

No es que eso hubiera podido cambiar los resultados del proceso electoral.

Clinton obtuvo un total de dos mil 814 delegados, muy por encima de los dos mil 382 necesarios para ganar la candidatura.

Con ello, el Partido Demócrata hizo historia otra vez, 32 años después de que postularan en 1984 a la primera candidata a la vicepresidencia, la neoyorquina Geraldine Ferraro, y a sólo ocho de romper otra barrera con la selección del senador negro, Barack Obama.

“Somos el partido del mañana”, señaló el representante John Lewis, al puntualizar que “hace ocho años rompimos un techo y elegimos al primer presidente de color, no una sino dos veces”, y exhortar a los demócratas a hacerlo de nuevo y “estar con ella”.

El llamado tuvo un involuntario dejo de ironía porque hace ocho años, Clinton fue derrotada por Obama en la campaña por la candidatura. Pero después ella aceptó ser la secretaria de Estado entre 2008 y 2012.

Fue particularmente importante porque Lewis es uno de los pocos participantes que quedan de los originales luchadores por derechos civiles y la “Marcha sobre Selma”, a principios de los 60.

El discurso adquirió mayor impacto por las protestas callejeras de miembros del grupo Black lives matter (Las vidas negras importan) contra Clinton, acusándola de no ser suficientemente fuerte en sus declaraciones sobre la violencia policial contra negros.

Pero Clinton y su campaña han hecho contacto con las llamadas “madres del movimiento”, las madres de los jóvenes negros Eric Garner y Michael Brown, cuyos decesos en 2014 inspiraron el movimiento.

La fórmula demócrata.

Hillary Diane Rodham Clinton

68 años

–          Candidata presidencial.

–          Exsecretaria de Estado.

–          Exprimera dama.

–          Abogada.

Promesas

  • Aumentar el salario mínimo.
  • Eliminar los paraísos fiscales para los más ricos y las empresas.

–          Simplificar obtención  de la ciudadanía para  inmigrantes.

Tim Kaine

58 años

  • Candidato a la vicepresidencia de EU.
  • Senador por Virginia.
  • Exgobernador de Virginia.
  • Expresidente del Partido Demócrata

–          Abogado.

Se unen para poder vencer a Donald Trump.

Las divergencias que amenazaban opacar los mensajes de unidad e inclusión en la Convención Nacional Demócrata parecían superadas ante un propósito común: la urgencia de derrotar a Donald Trump.

El candidato republicano se convirtió la noche del lunes en uno de los mayores, si no el principal motivo de unidad de un Partido Demócrata que esperaba ofrecer un contraste de optimismo al pesimismo manifiesto en el encuentro rival de la semana pasada en Cleveland.

Del derrotado precandidato presidencial Bernie Sanders a la primera dama Michelle Obama, de la senadora Elizabeth Warren a  su colega Cory Booker, y muchos otros, el común denominador fue la crítica a Trump. Y a veces la burla…

Los señalamientos fueron elegantes en ocasión. “No permitan que nadie les diga que este país no es grandioso, que debemos hacerlo grande otra vez. Porque éste es ahora mismo el más grandioso país del planeta”, señaló Michelle Obama al dirigirse a la asamblea.

“A causa de Hillary, mis hijas y todos nuestros hijos ahora toman por seguro que una mujer puede ser presidenta de Estados Unidos”, agregó.

Algunas veces las referencias fueron simplemente duras, como cuando el senador Al Franken, de Minnesota, calificó a Trump como “megalómano” y afirmó que lo sabe gracias a que tomó un curso en la Universidad Trump, donde “tuve que vaciar mis ahorros de retiro y tomar una segunda hipoteca en mi casa para pagar la colegiatura, pero el señor Trump, o alguna otra gente que dijo que lo habían visto una vez, me convencieron de que valía la pena”.

“Estados Unidos enfrentan una opción, la alternativa de un nuevo presidente”, señaló la senadora Elizabeth Warren, una de las mayores voces liberales en el senado y  abiertamente en choque con Trump.

El republicano, dijo, “heredó una fortuna de su padre y la aumentó defraudando gente y evadiendo deudas. Un hombre que nunca sacrificó nada por nadie y que sólo se preocupa por sí mismo, cada minuto de cada día”.

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Para Bernie Sanders, el senador y derrotado aspirante a la candidatura presidencial demócrata, es más simple: “necesitamos un liderazgo que junte a nuestra gente y nos haga más fuertes, no un liderazgo que insulte latinos, musulmanes, mujeres, afro-estadunidenses y veteranos, y nos divida”.

Para Cory Booker, senador negro de Nueva Jersey que fue atacado ayer por Trump luego de su discurso de la noche del lunes, fue según dijo un momento de alivio, porque “ahora siento que soy importante para ser blanco de Trump”.

En todo caso, dijo, “amo a Donald, simplemente no quiero que sea presidente”.

Clinton no es la primera.

Hillary Clinton no es la primera mujer que se postula a la Presidencia de Estados Unidos. Hace 143 años se le adelantó la feminista Victoria Woodhull, por el Partido Igualdad de Derechos.

Woodhull, de pensamiento marxista pero corredora en Wall Street, se presentó en 1872, una época donde las mujeres no podían votar y abanderó la lucha de la defensa por los derechos de la mujer. Su imparable carrera en el mundo de las finanzas junto a su hermana les otorgó el título de “las brokers hechiceras”.

Polifacética, se interesó por el periodismo y abrió una publicación semanal,Woodhull and Claflin’s Weekly, fuente de los escándalos políticos. Lastimosamente, esto les costó la cárcel a ella y a su hermana, quienes, entre rejas vieron pasar las elecciones. Nunca se supo si Woodhull tuvo poco o mucho apoyo en los comicios.

Doce años más tarde, el mismo partido postuló a Belva Ann Lockwood, quien apareció en papeletas oficiales por primera vez, recuerda la cadena de noticias británica BBC.

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Otras mujeres que lo intentaron fueron Charlene Mitchell (primera mujer negra) por el Partido Comunista en 1968, y en 2012 Jill Stain, del Partido Verde, y mujer que más votos en la historia de las presidenciales estadunidenses.

En las listas de candidatas también figuraron los nombres de Evelyn Reed, del Partido de los Trabajadores (1972); Margaret Wright, del Partido de la Gente (1976); Sonia Johnson y Gavrielle Holmes en 1984; y en 1992, Leonora Fulani, Helen Halyard, Isabell Masters y Gloria La Riva.

Deben elegirla, porque nunca se rinde: Bill Clinton.

Una formidable y aún conmovedora presentación de la figura y los merecimientos de Hillary Rodham Clinton fue hecha ayer por su esposo, el expediente de Estados Unidos, Bill Clinton.

“Es la mejor agente de cambio que he conocido”, apuntó Clinton al referirse a su esposa.

Y como estadista, exhortó: “deben elegirla porque nunca se rinde cuando las cosas se ponen difíciles”.

Dijo además que “es insaciablemente curiosa, una líder natural, una buena organizadora”.

En un esperado discurso de casi 40 minutos, que fiel a su costumbre mantuvo en secreto y él mismo corrigió hasta el último minuto, el exmandatario afirmó que Hillary “siempre quiere llevar las cosas adelante. Así es ella”.

El expresidente se rió del retrato hecho de su esposa durante la Convención Nacional Republicana, la semana pasada, y contrastó con la imagen que él conoce. “La verdad es que una es real y la otra es fabricada”, comentó.

La intervención del expresidente cubrió literalmente la vida y los milagros de su esposa, desde el momento en que se conocieron y contrajeron matrimonio –“me casé con mi mejor amiga”– hasta el desempeño de ella como secretaria de Estado y su actividad política.

Hillary, dijo, “nunca ha estado conforme con el status quo en nada”.

Al hablar de su matrimonio, aseguró, por un lado, que fue él quien estaba más interesado en llegar a una relación, mientras que Hillary estaba más interesada en cuestiones de servicio público.

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Relató el cortejo, su insistencia y cómo cuatro años después de casados “aún estaba asombrado… de lo talentosa, fuerte, afectuosa y preocupada que es”.

Fue un momento histórico en su propio derecho: no es extraño que un esposo presente a su esposa o que un político presente a un candidato. Pero es la primera vez que el orador tenía las dos características.

“Estos discursos son divertidos, hacer el trabajo es difícil”, señaló.

“Se involucró tanto en cuestiones de infancia que, de hecho, tomó un año extra en la escuela de derecho, en el centro de estudios infantiles, para aprender qué más podría hacerse para mejorar las vidas y el futuro de niños pobres”.

En ese sentido, anotó, “Hillary me abrió los ojos a todo un nuevo mundo de servicio público por ciudadanos privados”.

Fuente: Excélsior.
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