Abelardo Medellín
Las diferencias entre el Gobierno del Estado, el Gobierno Municipal de la capital, la organización Tradiciones Potosinas A.C. y las cofradías que participan en la Procesión del Silencio, ya se han arreglado y colaborarán juntas para organizar la septuagésima primera edición del evento en 2024.
Este 19 de febrero, Marcelo Lozano, director de Tradiciones Potosinas, anunció que para realizar este evento religioso se acordó, con las cofradías y ambas órdenes de gobierno, la designación de un vocero; en este caso José Luis Mejía López, actual presidente e integrante de la cofradía de San José, quien asumirá sus funciones a partir de este lunes.
Durante la rueda de prensa, José Luis Mejía reconoció que en la edición 2023 hubo diferencias entre las autoridades y las organizaciones civiles encargadas de gestionar la Procesión, pero ya se han resuelto para este año.
“Había situaciones que se tenían que arreglar, ya se arreglaron para este año, y precisamente es lo que estamos anunciando, que vamos caminando con gloria y en paz coadyuvados del Gobierno del Estado y el Gobierno de la capital”.
En 2023 hubo diversos conflictos que enfrascaron a la autoridad estatal, Tradiciones Potosinas y las cofradías: se especuló que el Gobierno del Estado se apropiaría de la celebración de la Procesión, a tal grado que a mediados de marzo el gobernador Ricardo Gallardo Cardona anunció que se otorgarían sillas gratuitas.
Asimismo, hubo una controversia vinculada con el préstamo de imágenes religiosas, debido a que no había un acuerdo sobre quién tenía que pagar por la póliza de seguros.
Mejía López aprovechó para anunciar que en esta edición, al igual que en la anteriores, sí se cobrarán las sillas y tendrán un costo similar al de 2019.
“Estamos hablando de costos que van de los 50 pesos, hasta los 150 pesos (…) y es un recurso que va en apoyo de las cofradías”.
El vocero comentó que en lo referente al préstamo de las imágenes religiosas que se utilizan durante la Procesión, estas siempre estarán disponibles para el uso de las cofradías.
No obstante, recordó que para su uso se requiere del pago de una póliza de seguro, mismo que fue cubierto el año pasado por la administración de la capital.
Mejía López afirmó que la Procesión del Silencio es una tradición que ha compartido tiempo con el proceso electoral, sin embargo, esta nunca se ha politizado, pues las autoridades saben que deben mantenerse al margen de la celebración.