Ciudad de México (13 de agosto de 2016).- El pasado domingo 7 de agosto, un grupo de colombianas residentes de la Ciudad de México se manifestaron en el Parque Hundido contra la criminalización y el asesinato de sus compatriotas en nuestro país.
Convocadas por el colectivo Me muevo por Colombia, alrededor de 60 mujeres con fotos de las muertas, flores amarillas y banderas de la nación sureña hicieron una manifestación pacífica en la que lamentaron la estigmatización de las que son víctimas y la falta de acción de las autoridades.
Sobre ello habló Yarima Merchand, editora que lleva 19 años en México.
“Estamos indignadas, nos duele mucho”, dijo.
“Nos parece que se manejan irresponsablemente las investigaciones. Que haya una contradicción de 180 grados en dos días, es una falta de respeto contra una víctima, contra su dolor, contra su familia. Sobre todo diciéndole al Estado colombiano que nos están matando, que nos están desapareciendo en México, que necesita estar al pendiente de los colombianos acá porque tenemos derechos”.
Además, el hecho de que por el sólo hecho de ser colombianas y trabajar de edecanes se les tache de prostitutas es una equivocación, consideró Adriana, quien lleva cinco años trabajando en la Ciudad de México.
“A veces en los eventos, la gente que va pasando; los mismos clientes del lugar, me hacen propuestas por un ratito me proponen: ‘es tanto’”, contó, “no estoy en contra de eso, la que quiera hacer que lo haga, pero la estigmatización, ser colombiana, y trabajar como edecán ya es sinónimo de prostituta, y no es así la cosa”.
Colocados en el piso, junto a flores de colores, había fotocopias con los dibujos de las caras de Astrid Rojas, colombiana de 32 que murió presuntamente por un “ajuste de cuentas”; Mile Virginia Martín, de 31 años, asesinada en el multihomicidio de la Narvarte junto a Rubén Espinosa.
También estuvo la imagen de Alejandra Pulido, mujer que apareció muerta en 2012 cuando, según las autoridades, se tropezó y cayó de un séptimo piso sólo vestida con una tanga; entonces la Fiscalía de Homicidios concluyó que estaba ebria y el hombre con el que supuestamente bailaba se asustó y se fue.
Entre esos rostros estaba Sara Ramírez Bonilla, quien también cayó de un sexto piso en un lujoso hotel de Cancún. La última cara, del caso que conmocionó en la Ciudad de México, el de Stephanie Magón Ramírez, quien fue hallada muerta en la Colonia Nápoles hace dos semanas. Sobre este caso, el director del Tribunal Superior de Justicia de la capital mexicana, dijo que a la modelo “intencionadamente la mataron a golpes”; pero horas después el propio Tribunal cambió la versión diciendo que los golpes fueron provocados porque cayó del cuarto piso del edificio donde vivía.
El reportero Memo Bautista quien cubrió el evento escribió que “después de estas muertes sin una explicación contundente por parte de las autoridades mexicanas, uno queda con la idea que los edificios mexicanos tienen cierto encanto para las colombianas, que irremediablemente provoca que se avienten desde algunos de sus piso, borrachas y en poca ropa”.
En la manifestación, se esperaba la presencia de la embajadora de Colombia en México, Patricia Cárdenas Santamaria, o de la cónsul colombiana en el país, Jaqueline Espitia Arias, quienes brillaron por su ausencia.
“Hoy aquí esperaba ver a la embajadora o a la cónsul, la que sea porque ellas nos representan en este país. Y me parece que aquí nosotros estamos solos, dijo Diana, una de las participantes.
Fuente: Regeneración.