Ciudad de México (03 de mayo de 2016).- La somnolencia durante el día puede ser peligrosa, causa todo, desde accidentes automovilísticos hasta un bajo rendimiento cognitivo y afecta a cerca de un 18% de las población adulta del mundo. Esperando descubrir que es lo que no da tanto sueño, investigadores han analizado la compleja anatomía del apetito y las dietas y han demostrado como una dieta alga en grasas influye en el cansancio diurno.
Para el estudio, los investigadores de la Universidad de Adelaida, estudiaron los hábitos alimenticios de 1,815 hombres australianos de entre 35 y 80 años. En el transcurso de un año los participantes llenaron cuestionarios respecto a la frecuencia de sus alimentos y se sometieron a un monitoreo eléctrico nocturno para detectar apnea del sueño obstructiva, un trastorno del sueño que causa bloqueos a las vías respiratorias en la parte trasera de la garganta durante la noche.
Los científicos descubrieron que un cuarto de aquellos que reportaron una mayor ingesta de grasa, tenían el 78% más probabilidades de sufrir de somnolencia diurna a comparación con las personas que consumían menos comidas grasosas. Las grasas sanas, como el aguacate y el salmón, no se distinguían de las poco saludables como las pastas y la pizza.
De acuerdo con la Asociación Estadounidense del Sueño, la apnea obstructiva del sueño ha sido relacionada con un alto índice de masa corporal (IMC), que ocurre en más de la mitad de todas las personas obesas y con sobrepeso. Cuando la apnea ocurre, el tejido blando de la parte trasera de la garganta se colapsa y por lo tanto bloquea las vías respiratorias del durmiente por algunos segundos.
Esto puede ocurrir entre 50 y 100 veces por hora, creando un ciclo de constantes despertares inconscientes durante la noche. Quienes la padecen a menudo experimentan los efectos secundarios diarios de una calidad del sueño disminuida en un tercio. Mientras están despiertos, muchos han reportado estar muy conscientes de sentir cansancio en el día, fatiga crónica y falta de energía física o resistencia al completar una tarea.
Podría parecer lógico asumir que quienes reportaron sueño durante el día, apnea del sueño y dietas altas en grasa también tendrías los IMCs más altos del grupo. No obstante, cuando los examinadores analizaron una relación potencial entre el efecto que la ingesta de grasas tenía en la somnolencia durante el día y el peso, no encontraron alguno. Quienes comían dietas altas en grasa reportaron sentirse cansados sin importar su IMC.
Todos tenemos un ritmo circadiano – o reloj interno – que es único y se piensa está diseñado por nuestro ADN y una combinación de factores ambientales. Nuestros ciclos del sueño y el despertar se apoyan en este reloj interno. Su control esta ubicado en el hipotálamo – una región cerebral clave en las relaciones entre el sueño, el consumo de alimentos y el ritmo circadiano. Los investigadores piensan que es en está región en donde la grasa cobra una cuota en el ciclo del sueño de una persona.
Fuente: Muy Interesante.