La energía corporal o metabólica tiene lugar dentro de nuestras células y es vital para poder crecer, reproducirse, responder a estímulos y permitirnos llevar una vida normal. Los alimentos que ingerimos cumplen un rol importantísimo en el desarrollo diario, pues el metabolismo transforma la energía que contienen los mismos y la transforma en el combustible necesario para realizar todo tipo de actividades, desde pensar hasta correr un maratón.
1. Ciencia pura.
El metabolismo no se toma vacaciones, nace y muere con nosotros. Si se detuviera el metabolismo de un ser vivo, éste moriría. La mayoría de las personas hacen dietas para perder peso, olvidando que una nutrición adecuada no solo ayudará a tener una buena salud sino a poseer la energía necesaria para sobrellevar las actividades diarias.
2. Aprende a diferenciarlos
Si te preguntas qué grupo de alimentos son los que te aportarán mayor energía, la respuesta es fácil: los carbohidratos (o hidratos de carbono). Éstos representan la mejor fuente de energía para tu cuerpo, pero a la hora de seleccionarlos, debes tener cuidado pues existen dos clases de carbohidratos: complejos y simples.
3. Nuestros amigos
Los carbohidratos “complejos” (con alto nivel de almidón), son de liberación lenta pues tardan más tiempo en ser absorbidos, por lo cual producen una elevación más moderada en la glucosa de la sangre y proporcionan de esta forma una energía mas prolongada. La fibra también forma parte de estos glúcidos, por eso el consumo de harinas, arroz o cereales integrales también produce una lenta asimilación en el organismo. Por tal motivo los deportistas antes de un encuentro deportivo, suelen comer pastas, pues éstas les aportan un alto grado de energía corporal.
4. Nuestros enemigos.
Los carbohidratos “simples” son de liberación rápida, una vez consumidos pasan a la sangre provocando la liberación de insulina (la hormona responsable del mantenimiento de los niveles de glucosa en sangre). La energía que aportan es pasajera, por tal motivo la persona siente a corto plazo la necesidad de volver a ingerir alimentos.
5. Decisión errónea.
En muchas ocasiones sentimos que nuestro cuerpo pierde energía y automáticamente lo atribuimos a la falta de azúcar en la sangre. Acto seguido: ingerimos algo dulce como un caramelo, chocolate o cualquier otro carbohidrato simple. Esto no es recomendable, pues no nos dará esa energía prolongada que tanto necesitamos durante el día. Además, si no hacemos ejercicio, ese azúcar se transformará en grasa.
6. Bebidas energizantes.
La vorágine diaria y la falta de organización en las comidas hace que muchas personas opten por la solución más rápida para recobrar esa energía perdida: las bebidas energizantes. Debes informarte bien antes de comenzar a consumirlas, toma conciencia que en exceso pueden dañar tu salud provocando no solo taquicardia, sino opresión en el pecho y problemas para respirar. Vuélcate a lo natura, una dieta sana puede ofrecerte una mejor alternativa.
7. Aprende a leer.
Es esencial que leas atentamente las etiquetas de los alimentos o bebidas que consumes, pues los azúcares son considerados “ladrones de energía”. Hoy en día muchos alimentos pretenden ser “naturales”, y sin leer los ingredientes de los mismos, son comprados y consumidos sin duda alguna. Te asombrarías al leer las etiquetas de muchos de ellos; no te dejes engañar e infórmate, tu cuerpo te lo agradecerá.
8. Error generalizado.
A su vez, disminuir el consumo de carbohidratos complejos por creer que estos nos hacen aumentar de peso, es un error que muchas personas vienen cometiendo desde hace décadas, con el auge de las dietas no supervisadas por profesionales médicos. Asegúrate de que tu dieta mantenga el porcentaje diario necesario para sentirte enérgico durante todo el día.
9. Recuerda la lista.
Si deseas tener energía constante a lo largo del día, los 10 alimentos que deben estar en tu lista son: 1) Las pastas integrales (secas, frescas, verdes, rellenas) 2) Las legumbres (lentejas, garbanzos, soja, judías) 3) El arroz 4) Pan de harina integral 5) Las verduras de hojas 6) Las hortalizas 7) Los cereales integrales (quínoa, mijo, arroz integral) 8) Las frutas consumidas con cáscara (manzana, pera, frutillas, uvas, etcétera) 9) Palomitas de maíz (o popcorn) 10) Frutas secas (nueces, almendras, avellanas, maní, castañas).
10. Considera cambiar tu dieta.
Los médicos recomiendan que un 60% de las calorías diarias provengan de la ingesta de alimentos que formen parte del grupo de carbohidratos complejos. Si deseas estar lleno de energía durante todo el día y evitar subir de peso, deberías eliminar de tu dieta los panes de harinas refinadas, dulces, bebidas gaseosas (o sodas), chocolates, etc. En síntesis, todo alimento que aporte altos niveles de azúcares a la sangre. En vez, dale paso a los carbohidratos complejos. ¡Cambia tu dieta y rápidamente verás como te sientes más energizado!