Como el dinero es ajeno…

Óscar G. Chávez

De ser cierto y funcionar el reordenamiento comercial en el centro histórico que dice la autoridad municipal ha emprendido, será de un gran éxito para el alcalde quien hasta el momento, si bien ha tenido algunos aciertos, no ha ofrecido resultados notables ni realizado alguna acción que pueda considerarse de peso y le genere una proyección más o menos importante.

Además, el asunto de los sueldos de los presidentes municipales entre los que destaca el de Enrique Galindo por ser el más alto, matiza cualquier acción que pudiera presentar como trascendente. Con lo que percibe es lo menos que puede hacer, podría decir cualquier ciudadano al que se le pidiera opinión; no es cosa menor la cifra, ya para que hasta al gobernador le haya parecido escandalosa. Aunque siendo realistas, tampoco iba a perder la oportunidad para lanzarle algo de lodo.

Lo que sí resulta un poco absurdo, tanto como pagarle a alguien para que acepte ir a comer a nuestra casa, es que el alcalde hubiera decidido pagar 2.8 millones de pesos para traer a un ciclista malhumorado, aparentemente para promocionar a una ciudad cuyo primer cuadro deja mucho que desear y provoca mucha pena y no genera gloria. El caso de Nairo Quintana recuerda a la UASLP (en tiempo de Mario García) pagando por otorgar doctorados Honoris Causa a diestra y siniestra, con toda la borregada de directores –salvo los de Ciencias de la Comunicación y Medicina– apoyándolo porque había que proyectar a la institución.

El tema da para mucho, no sólo porque presenta un gran dispendio de los recursos del municipio, sino también porque presenta a un alcalde que, al igual que el gobernador, convierte en acción pública lo primero que le presentan aunque resulte poco conveniente para la ciudad y para el propio ayuntamiento. Aparte, después de haber aceptado el costo aproximado del evento, que seguro fue mayor, dice desconocer el costo y el beneficio; dicho de otra forma, un mal negocio en el que se gastó más de lo que se recibió.

Además, eso de ir a recibirlo hasta al aeropuerto. ¿No tendrá actividades de mayor importancia que andar de pajecillo del anodino visitante? Aunque es posible que lo que busque es matizar la imagen que ha proyectado de enemigo del ciclismo potosino desde que la ha emprendido contra las ciclovías.

El gran problema del alcalde no es su falta de visión, por el contrario, ésta es muy clara, sabe muy bien a dónde quiere llegar, aunque pareciera no darse cuenta que de seguir dentro de ese derrotero y recogiendo, refugiando y dando acomodo dentro de su equipo a una gran cantidad de incompetentes y delincuentes, no va a llegar a ningún lado.

Imposible es que no se hubiera dado cuenta que durante esta semana en varios medios de comunicación se enfatizó la desastrosa situación de las finanzas en la secretaría de Educación; de manera clara el actual titular señaló a Joel Ramírez como el responsable. No es necesario tener mucha imaginación para saber de dónde salió la indicación de responsabilizarlo.

Tampoco se señala a partir de infundios, desde hace algunos meses en la Contraloría del Estado se trabaja en las cuentas de esa dependencia y todo indica que sí existe cierta responsabilidad en el hoy director de Gestión territorial y catastro del Ayuntamiento. No quiere decir que él hubiera dispuesto del recurso público, como me dijo alguien que lo conoce de años: no creo que hubiera metido mano, más bien soltó la firma atendiendo las indicaciones del jefe; algo así como el caso Stevens, donde el ingeniero acabó negociando porque el exgobernador ya ni las llamadas le tomaba.

Lo único que faltaría es que algún porro acabara de titular de alguna delegación municipal, y no sería de extrañar tampoco, porque como dijo alguien que se ha beneficiado con los reciclajes: no es que sean los mismos, sino que se consideran los perfiles con experiencia. Y sí, se vuelven expertos en vivir y medrar del presupuesto público; más con una secretaría general.   

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

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