Por Victoriano Martínez
De los actos de los políticos que hoy ocupan altos cargos públicos son pocos los que atraen genuinamente a la población.
En el último año y medio ha quedado claro que se trata de aquellos actos en los que la ciudadanía tiene la posibilidad de una cierta interacción –así sea presión altisonante– con esos políticos que, tras pedir y obtener el voto mayoritario, se vuelven inaccesibles.
Siempre ha existido la posibilidad ciudadana de protestar, ante políticas públicas que considera erróneas, contra cualquiera de los tres niveles de gobierno y hacia cualquiera de los tres poderes.
La comparecencia del gobernador Juan Manuel Carreras López este martes ante el Congreso del Estado es uno de esos actos que atraen a la población, sobre todo a la más activa y participativa.
Es uno de esos actos por los que los políticos se llenan la boca con afirmaciones de que se trata de una acción republicana y democrática.
Si algo tienen en común ambos calificativos es la condición de libertad e igualdad que otorgan al ciudadano, y ambas condiciones le fueron negadas a la ciudadanía en la comparecencia de este martes.
Para quienes estuvieron en el recinto legislativo no fue un acto de total voluntad personal, sino el cumplimiento de una instrucción por subordinación laboral. ¿Cuántos habrían asistido sin que mediara esa condicionante?
La maniobra que abarrotó el recinto desde temprano no es más que el disfraz con que al resto de la ciudadanía se le negó la igualdad y la libertad de poder acceder al lugar, como sí se hizo con quienes lo llenaron y con los representantes de los medios de comunicación a quienes se les advirtió desde la noche anterior de esa estrategia.
Una estrategia que convierte la comparecencia pública en una mera simulación, a la que se prestaron los 27 representantes populares.
Si desde la forma, con esa logística que limita derechos ciudadanos, aquello fue una simulación, poco pudo esperarse del contenido: diputados timoratos en sus cuestionamientos y un mandatario sin ningún empacho para mentir.
Una comparecencia que cerró la posibilidad a la ciudadanía en general a una participación ciudadana y que exhibe ampliamente el afán de quienes, tras pedir y obtener el voto mayoritario, traicionan la representatividad que presumen y se vuelven inaccesibles.
Tan fue a modo y una simulación, que Carreras López dio rueda de prensa al terminar para manifestarse a favor de repetir el ejercicio.
Burócratas, funcionarios y policías vestidos de civil llenaron comparecencia de Carreras
Cuestionamientos sobre feminicidios y protocolos de prevención dejan a Carreras sin respuestas
7 de cada 10 delitos se cometen en la capital y Soledad, revela el gobernador